No todo se engloba en discusiones evitables, en conflictos interpersonales por nimiedades en Gran Hermano. También acontecen situaciones de un calibre más serio y lógicos, como el que acaba de plantear Romina contra la producción por la inflación en el mercado de la casa.
Dentro de las pocas exigencias que le impone el programa a los participantes se halla la mecánica para conseguir el presupuesto cada semana, que les permite comprar y abastecerse con los alimentos que consideren pertinentes. Pero algo cambió en el último tiempo.
Evidentemente, las autoridades del reality procuran complicarle ese aspecto de la convivencia y han remarcado los productos para elevar su costo, lo que se traduce en una posibilidad de adquirir una menor cantidad de elementos con el dinero que se ganan en la prueba semanal.
Atenta a esas cuestiones más importantes, Romina, que recibió un consejo de Maxi antes de su eliminación, puso sobre la mesa un reclamo con sustento y luego del almuerzo del lunes le transmitió a sus compañeros la necesidad de activar una queja colectiva. “Estamos en el horno si estamos al 50% esta semana. Hay que ir hablar, nos tienen que subir el presupuesto, no podemos estar con el mismo presupuesto y todo aumentó. Es una locura”, exteriorizó.
Ariel intervino y le propuso que se acerquen todos los sobrevivientes juntos al confesionario, ahí la ex legisladora le aclaró: “Ya le dijimos hoy, La Tora le dijo de vuelta”. Sobre la escueta respuesta de la producción, la de Moreno contó: “Y nos dijo que lo iban a evaluar”. Así como enfatizó: “Porque lo más lógico es que nos aumenten, diez mil cada uno, veinte cada uno”.
Por su parte, la blonda oriunda de Berazategui se sumó a la discusión y coincidió con el planteo: “Aumenta todo menos el presupuesto. Me hace acordar a mi primera jefa, me pagó lo mismo durante tres años”. En tanto que Alfa también se acopló al tema, ya sin vestigios de la feroz pelea que mantuvo con la ex diputada.
Tras mascullar para sus adentros, el más longevo exclamó: “No pueden poner el pollo a dos mil pesos”. Esa concepción activó en Romina otra queja: “Es una locura, porque nunca se vio que las cosas suban tres veces en tres meses”.
