Desde que empezó Gran Hermano, Julieta demostró ser una reina. Y como tal, Juli no se rebaja a limpiar, ordenar y hacer las tareas de la casa, como el resto de sus compañeros. Pero lo que a lo largo de los meses de convivencia la jugadora disimuló a pura simpatía y beboteo, empezó a molestar incluso a Romina.
Así se vio en las últimas horas, cuando la inutilidad de Disney para las cuestiones hogareñas quedó al descubierto, provocando a Romina, su mejor amiga dentro de la casa. Es que la paciencia tiene un límite y ese límite Poggio contínuamente lo provoca con su notable y llana vagancia.
La verdad es que Poggio se aprovecha que es la consentida de Romi para hacerse la tonta y no mover un dedo dentro de la casa en la que todos deben colaborar para mantener a flote. La ex diputada, que ha llegado a esconder alimentos racionados para cumplir con sus caprichitos, ya no da más.
"Uy, ¿qué cayó ahí? ¿Es pis?", preguntó Uhrig, al ver una mancha de líquido en el piso, que atribuyó a los perritos, Mora y Caramelo. "No, soy yo. Se me cayó jugo…", contestó Disney, divertida con su torpeza a la hora de preparar jugo de sobre en una jarra.
ROMINA SE FASTIDIÓ CON JULI EN GRAN HERMANO
"Ay, Dios. Esta pibita... Qué costumbre de llenar la jarra hasta el tope. Hacés lío nomás. Hasta agua al piso tiraste…", la retó su amiga, que votó a Marcos y a Camila en la última gala para no nominar a la modelo y bailarina.
"Mi mamá me dice que soy la 'anti ayuda'", reconoció Juli, a lo que la participate apuntó, con conocimiento de causa: "Claro, a veces es mejor 'no, gracias Juli. Dejá que yo lo hago'... Una ayuda, una cagada…”.
"¡Ay, no! ¡Tiré de nuevo!", se lamentó una vez más la joven de 21 años que quebró en llanto al ver a Alfa volver a la casa de GH por unas horas. Y después de pasar un trapo de mala gana, otra escena ante los hermanitos la dejó en evidencia cuando le tocó lavar los plato.
“¿Vos lavaste alguna vez? ¿Hace cuánto que no lavás?”, señaló Nacho, de manera acusatoria antes de que Juli se hiciera humo con excusas, una vez más, por lo cual su trabajo, esta vez, recayó en Marcos y Camila. ¡Muy vaga!
