Hace exactamente un año, el 11 de diciembre de 2018, la Argentina se paralizó por completo. Su estructura social crujió y muchas de sus formas de vida se derrumbaron al escuchar a una muchacha contar cómo había sido violada por un galán mucho tiempo antes, cuando era una menor de edad.
Trescientos sesenta y cinco días después, Thelma Fardin, aquella mujer que lloraba y encontraba refugio en sus compañeras del colectivo Actrices Argentinas para cambiar las cosas para siempre, prepara sus valijas y su talento para hacer temporada en Mar del Plata con la obra Fuera de línea, sigue presentando su libro (El arte de no callar) por todo el país, recoge cada vez más afecto y admiración de hombres y mujeres, y está, por fin, otra vez enamorada.
Juan Darthés, el señalado aquella tarde como responsable de la infame agresión, abandonó la estrategia de denunciar a todas las chicas que contaban sus experiencias con él, se exilió en Brasil, ya no volvió a mostrarse en público y tiene orden de captura internacional librada por la Justicia de Nicaragua. Las cosas cambiaron, evidentemente.
“Yo Sané. Todas nuestras heridas se pueden volver a abrir en cualquier momento, lo sé y no soy ingenua, pero sí, hice un proceso de total resiliencia y nunca en todos estos años me sentí tan bien como ahora. Seguiré creciendo y me iré acomodando a como vaya la vida, claro, pero estoy muy bien”, contó Thelma, revolucionaria pero siempre muy sobria y muy serena en su tono.
“Estoy enamorada, es verdad, pero no quiero decir de quién. Yo no soy tan de guardar, si fuese por mí lo diría porque es algo lindo, pero los vínculos son de a dos y tengo que esperar y respetar los deseos de la otra parte. Qué sé yo, hace poco pusieron que salgo con mi mejor amiga por algo que pusimos en las redes sociales, y cuando lo vimos nos morimos de risa. No me he enamorado de ninguna mujer. Cuando inventan me molesta más por la otra persona, no por mí”, confesó la actriz en Agarrate Catalina, el programa que Catalina Dlugi conduce todos los sábados de 12 a 14 por la AM 1110.
Quizá por primera vez tras mucho tiempo de lágrimas, angustias y desamparo, Thelma se animó a hablar de las cosas que le causan felicidad. Primero nombró al momento que vivimos como sociedad: “Este es un momento privilegiado. Es una belleza escuchar hablar a las pibas. Y no les llevó tanto, eh, porque tengo 27 y ellas tendrán un poco menos”.
Después, al rol que pasó a ocupar desde que hizo la denuncia: “El movimiento de mujeres ganó mucho protagonismo y es muy poderoso. No sólo en las calles, también en lo académico. Y a mí me tocó quedar en un lugar que disfruto y le pongo el cuerpo. Es una responsabilidad estar a la altura. Pero siento que estoy retribuyéndole algo a la sociedad tendiéndole una mano a cualquier persona que sufra un acto de este tipo”.
Finalmente, se refirió a ella misma: “También disfruto y me parece genial como mensaje político si mis fotos sexis provocan algo. Es el símbolo de que nos apropiamos de nuestros cuerpos, de nuestro deseo y nuestras ganas de hacer lo que nosotras queramos. Estoy pudiendo equilibrar mi pasión, que es el trabajo, mis amistades, mi familia y mi pata militante”.
Con respecto a la causa que sigue contra el ex actor, remarcó: “Tiene pedido de captura de Interpol con alerta roja y ellos tienen que tomar una decisión política prácticamente, si acata o no y si hacen efectiva la detención. En ese caso, como no tienen convenio de extradición, tendríamos que ir a litigar a Brasil”.
