Una parte de la pesadilla quedó atrás. La esperan por delante una larga y muy seguramente dolorosa rehabilitación, con unos cuantos meses en silla de ruedas y "mil" sesiones de kinesiología que la ayudarán a caminar de nuevo. Pero el "capítulo Aspen" de esta historia que bordeó la tragedia ya es parte del pasado: en las últimas horas, Verónica Lozano volvió a la Argentina y ya se encuentra descansando en su mansión palaciega de estilo francés.
Una semana después de ser operada en los Estados Unidos de la doble fractura que sufrió en sus talones ("Los pies se me aplastaron como si fueran dos papas", reconoció ella antes de ingresar al quirófano por espacio de seis horas), la conductora se subió a un avión que levantó vuelo en el paraíso del esquí mundial y la devolvió a suelo argentino, donde continuará con su recuperación.
Al llegar a la despampanante vivienda que comparte con su marido, Jorge Corcho Rodríguez, y la hija de la pareja, Antonia, Verónica Lozano no pudo contener la emoción al observar un par de obsequios que le habían hecho llegar sus compañeros de Corta por Lozano, el programa que conduce en Telefe del que está alejada hace más o menos un mes y del que permanecerá afuera mientras dure el proceso de mejoría.
Al llegar a su mega mansión de estilo francés, Lozano se encontró con dos regalos de sus compañeros de Telefe que la emocionaron: una gigantografía de todo el grupo, y un hermoso ramo de flores.
A pesar del dolor que todavía siente, de las molestias por no poder moverse con naturalidad ni comodidad y de la incomodidad lógica de estar recién operada, Lozano tuvo ánimo de grabar el momento, primero, y luego de subirlo a sus redes sociales, donde en cuestión de minutos recibió infinidad de likes.
Sus "compas" le habían hecho llegar un muy bonito ramo de flores, y una gigantografía de todo el equipo deseándole una pronta recuperación y mandándole mucha fuerza y mucho cariño, algo muy útil teniendo en cuenta que el factor anímico es clave y determinante para sumar a cualquier tratamiento médico.
"Ay... son muy amor...." se la escucha decir a Lozano antes de quebrarse y entrar en una especie de sollozo prolongado. "Estoy muy emocionada", alcanza a comentar con la voz entrecortada. "Me llegó esta foto divina de todo mi equipo amado. Seguramente alguno no está porque estaba en su puesto de trabajo, y no llegó a la foto pero están en mi corazón. Y estás flores. ¡Los amo profundamente!", completó la morocha, que además se reencontró con su perro, Copito, quien será otra figura trascendental en la parte que empieza ahora.
