Todavía duele, todavía sigue en el aire la sensación de angustia e incredulidad por la partida de Gerardo Rozín. El rosarino apagó su luz, a los 51 años, pero su impronta y su legado permanecerán por siempre en el corazón de miles de argentinos.
Ese maldito cáncer cerebral empujó al conductor a atravesar de plano hace diez días, lo que desató un mar de lágrimas, un tsunami de mensajes y de reflexiones de personalidades de todos los ámbitos. Así como estimuló a Telefe a construir un programa homenaje.
El domingo se experimentó un ciclo extraordinario de La peña de morfi, ese formato que pensó Gerardo, con la participación de decenas de músicos y un maremoto de anécdotas. El desenvolvimiento del aire se repartió entre Jésica Cirio, Zaira Nara y Julieta Prandi.
A pesar de la emoción a flor de piel, del verdadero motivo para reunirse en ese estudio, parece que algo brotó entre las tres mujeres. Una interna feroz, álgida, caliente y poco entendible. Al menos por la información que vertieron en Socios del espectáculo.
Rodrigo Lussich se arrojó a narrar el conflicto que brotó en el programa de recuerdo y agasajo a Rozín: “Aunque ustedes no lo crean, también hubo una interna entre las que sí estuvieron en el homenaje. A alguna no le gustaba la presencia de la otra. El ego de la gente de la tele, aparece en los momentos más miserables también”.
Hasta que Mariana Brey reveló el verdadero motivo, el meollo de la cuestión, y con mucha valentía denunció a todas voces: “Molestó la presencia de Julieta Prandi”. Increíble, no obstante todo indicaría que a Cirio y Nara no les agradó la intervención de la pareja de Emanuel Ortega.
