El sacudón continúa efervescente, con ese firmamento que tiembla y repercute con sus efectos colaterales. El mundo Boca Juniors permanece en estado de shock, tras la singular eliminación del Mundial de Clubes que se desarrolla en Estados Unidos.
La imposibilidad de avanzar a los octavos de final provocó un sismo, aunque se encontraba dentro de las posibilidades por ese grupo complejo que le tocó en el sorteo con dos elencos muy fuertes de Europa: Bayern Munich de Alemania y Benfica de Portugal.
Las polémicas se dispararon y seguirán reverberando por ese último cotejo tan extraño, donde el Xeneize no pudo doblegar a un elenco semiprofesional de Nueva Zelanda, un país sin tradición futbolera, y principalmente por la abismal diferencia de jerarquía y presupuestos.
El conjunto de la Ribera no encontró soluciones para derrotar al Auckland City, por lo que culminó con un magro empate 1-1. No obstante, una victoria tampoco le hubiese asegurado el pasaporte a la instancia siguiente, porque urgía por una asestar una diferencia muy holgada de goles.
MIGUEL ÁNGEL RUSSO PASEÓ POR UN SHOPPING DE MIAMI
El club que comanda Juan Román Riquelme hierve, literalmente estalla con las repercusiones negativas y las secuelas que exigen los hinchas, entre las cuales se solicitan cambios profundos y una enorme sangría de jugadores.
En todo ese contexto, Miguel Ángel Russo tomó una decisión que lo define, y pinta de cuerpo entero, ya que salió a pasear por Miami y lo encontraron en los pasillos de un shopping, envuelto en la indumentaria oficial de Boca. Así, diversos fanáticos se le acercaron para capturar esos momentos en fotos.
Algunos hinchas reaccionaron a las imágenes y enardecidos expresaron su descontento por esta actitud loable del entrenador, porque consideran que no era el momento indicado para mostrarse como un ser humano. Así se multiplicaron los enojos en las redes sociales.




