Si 2020 fue un año difícil para todo el planeta -literalmente hablando- el mes de noviembre es particularmente malo para Lola Latorre. Al escándalo de la "fiesta clandestina" le siguió su fallido regreso al Cantando (Nacha Guevara la trató de "caso perdido") y su renuncia al certamen rodeada por las fuertes declaraciones de Yanina, su mamá, en contra de la jurado, de Jorge Rial y de "medio mundo". Ahora, cuando la ola parecía haber pasado y la espuma de los problemas se iba diluyendo, la golpea un nuevo conflicto: protagonizó una campaña publicitaria y algunos clientes de la firma lo tomaron tan mal que amenazaron con dejar de consumirla.
Lola estudia abogacía, algo que Yanina siempre destaca cuando sale a defenderla o cuando habla de su hija sin la necesidad de aclarar acusaciones. Pero además de ser una estudiante que saca buenas notas y gusta de repasar libros y apuntes, le dio por la veta artística. Con dos padres muy famosos (y muy polémicos por distintas cuestiones) su nombre se volvió tentador para los productores, y la llamaron, primero, para el Bailando por un sueño.
Allí hizo un papel aceptable, sorteando, a veces, conflictos y bombazos que la rozaban por cosas que decía su mamá en Los Angeles de la Mañana. También se hizo un poco famosa su abuela porque "freezaba" a las rivales de su nieta. Tras ser eliminada del certamen pasó un tiempo "de silencio" hasta que volvió a las primeras planas una noche que fue a PH, el programa de Andy Kusnetzoff, y reconoció que aún sufre por el affaire de infidelidad que involucró a su papá.
Después la llamaron del Cantando, y su nivel de popularidad volvió a multiplicarse. Pero así como creció su llegada a la gente empezaron a repetirse los hechos bochornosos. El primero sucedió cuando habló de los "temblores" que Nacha Guevara muestra en cámara. El segundo cuando dio positivo de covid. El tercero fue la fiesta clandestina. El cuarto su salida del programa. Sin embargo, su figura fue atractiva para la marca de indumentaria Tucci, para la que protagonizó su más reciente campaña publicitaria.
Lola quedó muy satisfecha. La gente de la marca, también. Pero los clientes no reaccionaron de la misma forma. Algunos se volcaron a las redes sociales para manifestar su desagrado por haberla elegido como "modelo" y en una medida un tanto extrema anunciaron que dejarán de comprar las prendas promocionadas por Lola.
"Como cliente de la marca, no refleja lo que es realmente. Flojo al elegir la modelo correcta" escribió "Micatoniolli". Para "Rojofama", "Me parece que quieren cambiar de público con la elección de la modelo. No me siento reflejada como cliente de hace años". Por otra parte, "Flor.Alsberg" escribió "Creo que con la elección de esta modelo que es lo menos dejaré de comprar. Qué pena". "Será influencer, pero dudo que represente al público objetivo de la marca" manifestó "Podgornikdaniela".
Ante la avalancha de críticas, reclamos y rezongos, Gaby Tucci, responsable de la marca, dijo lo suyo: "Fue un placer trabajar con ella. Para quienes no la conocen, les cuento que además de amorosa y extremadamente respetuosa con todo el equipo, es super profesional, preparada y creativa... mucho futuro por delante! Ya sea como abogada o artista, o mejor ambas!! Chapó Lola!".
Te aviso te anuncio que hoy renuncio. La canción de Shakira condensa en un puñado de palabras el presente de Lola Latorre. Y bue...
