En Grecia, allí donde nacieron muchas de las historias y gran parte de las leyendas que cuenta en sus diferentes programas, Alejandro Fantino le propuso matrimonio a Connie Mosqueira, su joven novia. La modelo aceptó llena de felicidad, y el periodista y su muchacha volverán de sus paradisíacas vacaciones convertidos en "futuros marido y mujer".
Gringo del interior profundo de Santa Fe, pescador, buen amigo, carnívoro y futbolero, Fantino es un gran contador de cuentos. Jamás se sabe si lo que dice es cierto o fantasía, si sus palabras se ajustan a la realidad o si los hechos que narra están exagerados. Los relata tan bien y de manera tan atrapante que deja de interesar aquello, o incluso si de verdad sucedió todo eso que dice. Lo interesante es escucharlo. Y dejarse llevar. Algo de eso le sucedió a Connie.
Grecia es referente ineludible de las habladurías de Fantino. Incluso, en su defensa casi heroica de Lionel Scaloni -fue el primero en jugarse el pellejo por el hoy adorado entrenador nacional- fundó la "Scaloneta" en honor a esos lugares y esos guerreros que tanto admira, y formó un imaginario ejercito de "hoplitas" para encarar la guerra contra el poder y el "establishment" futboleros. Una vez en suelo heleno, "El Ale" sintió que había llegado un momento trascendental de su vida. Quizás uno de los más importantes.
Con el increíblemente azul Mar Egeo de fondo, en la ferozmente bella isla de Santorini, Fantino sorprendió a "Conita" (así le dice él) y en medio de un viaje plagado de momentos alegres y felices "metió la estocada decisiva": abrió el estuche, sacó de allí un anillo y le preguntó, como en las películas románticas, si quería dejar de ser solamente su novia y en el futuro cercano convertirse en su mujer.
Las referencias geográficas de Connie la ubican en Bahía Blanca, la ciudad donde nació, creció y acuñó sus sueños y sus ilusiones más profundas. Su respuesta podría haberse escuchado hasta en la puerta de la patagonia argentina. Así de fuerte, estruendoso y explosivo fue el "¡¡¡Síiiii!!!" que le gritó a Fanta envuelta en un sinín de sonrisas y exclamaciones de alegría.
Después, como no podía ser de otra manera para estas épocas, Connie fue a sus redes sociales y volcó en ellas todo lo que sentía. Una parte de los hechos, y también lo que dictaba su corazón. "El corazón me explota de felicidad. A orillas del Mar Egeo, decirte "Si" fue lo más mágico de mi vida", explicó ella.
Las fotos del compromiso de Alejandro Fantino y Connie Mosqueira
