Esmeralda es un nombre hermoso y que le queda, definitivamente, de maravillas, pero bien se le podría decir o llamar "Milagros": en apenas un puñado de días de vida, la beba logró mostrar como un hombre dulce, tierno y sensible a su papá, Eduardo Feinmann, una proeza que parecía de imposible concreción.
Habitualmente estricto, riguroso, sumario, de tono casi militar, el periodista más serio de la televisión argentina se ha vuelto "un copo de algodón" o "un terroncito de azúcar" desde el nacimiento de su primera hija, ocurrido el último sábado en el Sanatorio Otamendi, en el coqueto barrio Norte de la Ciudad de Buenos Aires. A partir de ese momento, cuentan y además se le nota, es una "persona distinta".
No en el ámbito profesional, donde seguirá haciendo gala de su personalidad de hierro, sino de las puertas de su casa para adentro. Quién disfruta de esa flamante condición es su joven pareja, Lucía Auat, la madre de la criatura. Ella es una abogada nacida en Santiago del Estero con quien está hace unos años. Ella fue quien lo acompañó en uno de los momentos más difíciles para él en los últimos años, cuando atravesó un severo cuadro de covid.
Feinmann maneja redes sociales. En Instagram sube fotos muuuuy cada tanto. Imágenes laborales exclusivamente. De su vida íntima o privada, cero. Nada. Twitter, en cambio, lo utiliza a diario, más que nada para escribir cuestiones que tienen que ver con su trabajo o para retuitear notas que van en contra del actual gobierno nacional. "Edu" es uno de los principales opositores al presidente Alberto Fernández. Ni hablar de la vice, Cristina Kirchner, a quien llama recurrentemnete "la jefa de la banda".
Fue en Twitter, precisamente, donde Feinmann posteó una foto de su beba (llamó fuertemente la atención que lo hiciera, ya que jamás habla de sus cuestiones personales) y "derritió" a todos con la sensibilidad con la que escribió. En la imagen se podía ver a la beba y a él entrelazando los dedos de sus manos, el símbolo inequívoco de la unión que mantendrán para toda la vida.
Junto a la foto, agregó un sentido testimonio. "Buen día Esme!! Ya te amo", puso el periodista, provocando el saludo y la felicitación de miles y miles de usuarios que se sumaron a su felicidad y le pidieron que les trasladara tanto afecto y gratitud a su mujer. En cuestión de horas, la publicación del periodista acumuló casi 16.000 "me gustas", una cifra que en el convulsionado mundo de Twitter está considerada como muy importante. Hay un nuevo Feinmann. Esmeralda lo hizo, y ahora es un hombre mucho más sensible. Joya.
