De un día para el otro, Martín Miguéles pasó de ser un vecino más de Nordelta a convertirse en el nuevo nombre de la temporada. Entrenador personal y señalado como el chongo de Wanda Nara, el muchacho quedó bajo la lupa después de que sus apariciones con la empresaria se volvieran demasiado frecuentes como para ser casualidad.
La encargada de soltar la bomba fue May Martorelli, que en Arriba Argentinos aseguró que el entrenador se transformó en “una presencia constante”. Y dio detalles que no pasaron inadvertidos: “Se lo vio en el cumpleaños de Zaira, en un recital de Lali Espósito y hasta en un partido de la Selección Argentina, siempre cerca de ella”. Todo muy casual, claro.
Por ahora, Wanda insiste con la misma respuesta: “Son buenos amigos”. Pero mientras lo repite, el rumor de la costosa pulsera que él le habría regalado circula con fuerza. Porque si un amigo te regala joyas de altísimo valor… bueno, que venga y se sume a nuestro grupo de WhatsApp.
Pero la novela no se quedó ahí. A la historia se sumó Elías Piccirillo, el ex de Jesica Cirio y personaje con prontuario mediático y judicial. Según Martorelli, Miguéles no solo fue socio suyo, sino que “le llevó comida a la cárcel y hasta le alquiló una casa en Nordelta”. Una amistad tan fuerte que supera el “te presto sal” del vecino.
EL NUEVO ROMANCE DE WANDA NARA
El dato dejó a todos en shock en el piso. “¡Ah, qué puntería!”, exclamó Nacho Otero, entre risas e incredulidad. Porque lo que parecía un simple romance de gimnasio terminó derivando en una trama de amistades peligrosas y vínculos inesperados.
Y como frutilla del postre, Martorelli deslizó que la famosa pulsera tal vez no era nueva: “Lo dije o lo pensé, pero esa pulsera podría haber sido de Jesica Cirio”. Con esa ironía sembró la duda y dejó la novela servida para más capítulos. Porque si algo queda claro, es que esta historia recién empieza.


