Lucía de Gran Hermano sintió un flechazo por Rosina, su compañera en el reality, y tras salir de la casa, la exparticipante reconoció que estaba enamorada de su amiga. Luego de separarse de su novia, la exconcursante se olvidó de las cámaras y confesó qué quiere que pase con la uruguaya cuando se despida de la casa.
“Formé un vínculo muy real la verdad y totalmente inesperado. No pasa nada si no entraba, pero ayer llegué al hotel sola, vi que ella estaba esperándome y me dio mucha bronca. Es extrañar, literal. No me importa lo que digan, no fue estrategia, no fue campaña, es real y por eso estoy tan angustiada también”, contó días atrás en A la Barbarossa, luego de que quedara trunco su ingreso al certamen en el repechaje.
Luego de reconocer que extrañaba mucho a su amiga, rompió en llanto ante Georgina Barbarossa y confesó que estaba enamorada: “Es real lo que me pasa. Los primeros programas no quería admitir algo que me pasaba, pero me salió del corazón. Es amor literal. Y me cuesta... la quiero mucho”, se sinceró.
“Me gusta todo de ella. Nunca me había pasado. Yo estaba triste y la sonrisa de Rosi me cambiaba el día y hoy la necesito. Hoy no sé con quién hablar. La necesito”, confesó en ese programa.
Ahora, la exparticipante decidió hablar de la uruguaya y no esquivó las consultas picantes en el streaming de Gran Hermano. “Acá preguntan si sos una persona romántica y si te gustaría que Rosina te bese los pies”, le consultaron y la salteña se terminó arrepintiendo de sus palabras al contestar la consulta.
“Rosina, que me haga todo, menos los pies”, contestó con mucha honestidad y al decir lo que pensaba, se terminó ocultando debajo de la mesa, avergonzada. “¡Cortá eso! Cortame eso, por favor”, pidió, pero ya había dicho todo al aire.
