El Polaco quiso celebrar la llegada de un nuevo año a su vida rodeado de sus hijos de sangre y del corazón también. En su casa, en un conocido barrio privado, recibió a todas sus nenas y a dos de sus ex parejas.
De noche, el cantante invitó a compartir una cena a Sol, Alma y Abril y se sumó, también, Helena, a quien vio crecer. Alrededor de una torta bañada en chocolate y decorada con frutillas, El polaco escuchó el "feliz cumpleaños" que le cantaron sus hijas y sopló las velitas.
Pero más allá del hermoso momento compartido con sus nenas, sorprendió la presencia de Barby Silenzi, -con quien se separaron recientemente- y de Karina La Princesita, mamá de su primera hija, en su casona en las afueras de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Porque si bien las dos ex mujeres de Ezequiel Cwirkaluk no se sacaron fotos con El Polaco- por los menos que hayan publicado- sí lo hicieron entre ellas como símbolo de la buena onda que cosecharon a lo largo de los años.
Incluso, tanto Barby, quien asegura que su separación del artista es definitiva, como Karina, compartieron la postal juntas en sus respectivas cuentas de Instagram a las que le sumaron un breve escrito dedicado al papá de las niñas y un corazón colorado compartido entre ellas.
La que estuvo ausente, seguramente por la mala relación que conserva hace tiempo con Silenzi, es Valeria Aquino, madre de Alma, la segunda hija de la intérprete. Pero, claro, esa fue una auténtica ausencia "con aviso".
