Exclusivo Paparazzi. Marcelo Tinelli disfruta de su viaje por Europa con sus hijos y su primo, El Tirri. Sin embargo, viene de días convulsionados al tener que redefinir su futuro profesional y terminar su sociedad con el Chato Prada y con Federico Hoppe.
Los dos primeros meses de este 2022 fueron intensos para el conductor, que planeaba terminar su vinculación laboral con El 13, se reunió con las autoridades de la emisora y se encontró con un freno que lo impidió. Para concretar su deseo, Marcelo tenía que pagar una multa por incumplimiento de contrato -se termina a fin de año-, algo que no quiso hacer.
Como consecuencia, la emisora del barrio de Constitución le planteó que tiene que volver a la pantalla chica a mitad de año. Que debe presentar tres propuestas de formatos que sean diferentes al Bailando por un sueño y a La academia de ShowMatch. Y que si ninguno de esos productos "los convencen", tendrá que adaptarse a presentar uno que le impongan.
En tanto, en un tira y afloje que viene desde el año pasado con quienes fueron, por muchos años, sus socios en La Flia, Tinelli se reunió con el Chato Prada -porque a Hoppe no lo quiere ver más, ya que considera que habría sido uno de los que manejó mal las finanzas de la productora- para iniciar el proceso de disolución de empresa.
A partir de ahora, Marcelo tiene planeado seguir adelante solo e, incluso, ya tiene apalabrado a un productor de contenidos número uno, quien lo acompañaría en su regreso, por medio año, a la tevé. Como si fuera poco, se encontró con Adrián Suar a quien le pidió plata para pagar los sueldos adeudados de Hogar dulce hogar, el programa que conducía Eugenia Tobal, y que terminó semanas atrás.
Si bien la artística del ciclo no cobró, si lo hicieron los técnicos porque Suar le prestó el dinero necesario a fin de evitarse "un escándalo" con los empleados del canal, ni más ni menos que por eso.
