Desde que la actriz e Influencer se bajó del éxito de Luzu Tv para apostar a un proyecto personal de poner su propia plataforma de streaming junto a su novio Gaston Soffritti las cosas no le han ido nada bien. Tras la poca audiencia cautivada, la ex artista de Violeta se vio obligada a cerrar su flamante medio.
Aislada un poco de los medios e intentando reencontrarse y buscar nuevo rumbo a su vida laboral, Cande Molfese armó las valijas y voló a España para visitar a su hermana y a sus amigos. Y fue en esa estadía en el viejo continente que la ex de Rugero Pasquarelli lanzó un video/reality de su vida cotidiana, con sus cambios emocionales y dramas que transita.
Contenta con la aceptación y respuesta de la gente ante este nuevo contenido que tiene y comparte, de regreso a Buenos Aires la actriz se sumó a Perros de la calle por Urbana Play. Pero, siendo que no está grabando ni teniendo una agenda cargada, la influencer manifestó en internet qué piensa hacer de ahora en más con ese tiempo para sentirse mejor.
Tras regresar de su osteopata y mientras preparaba el almuerzo, Cande puso la camarita de su celular en manos libres y se puso a hablarle a sus seguidores desde las historias de instagram. “Hoy me sentí mal porque se ve que comí algo que me cayó mal, o por cómo lo comí”, comenzó.
POR QUE CANDE MOLFESE SE REPLANTEA SU VIDA
“Me pasa que me estoy dando cuenta de que le estoy dedicando poco tiempo a mi parte más espiritual o de conectarme conmigo, no para ponerme tan esotérica. Me está costando encontrar una terapeuta, a la mañana la respiración, y me doy cuenta que cuando estoy en esa estoy mucho mejor”, siguió Molfese.
En tanto elaboraba lo que sería su almuerzo, Cande sumó: “Entonces, mi conclusión para esto es ir de menos a más. ¿Qué puedo hacer? Principalmente buscar una terapia. Después, ¿tanto te cambia levantarte y durante dos minutos respirar? Tranquila y organizarte”.
“Me pasó que lo de Perros me cambió mucho mi estructura y me tomó la mañana. Tengo la posibilidad de reorganizarse estando casi a fin de año”, remato Molfese mientras mostraba un cuadernillo en el que comenzara a anotar todas las cosas que quise hacer y se disponía a llamar a una terapeuta.
