Con la farándula toda conmovida por el demoledor testimonio que dio Silvina Luna en LAM mientras aguarda su trasplante de riñón, Carlos Monti se animó a contar un drama similar que vive al interior de su familia desde que su esposa Silvia, también conocida como "La Vasca", fue diagnosticada con Leucemia y sometida a un trasplante de médula que lamentablemente no dio el resultado esperado.
Monti, que en la actualidad se desempeña como panelista de Desayuno Americano, el programa que devolvió a Pamela David a la pantalla de América, reconoció que "A mi no me gusta hablar de esto, por eso nunca lo hice" pero dada la sensibilidad que genera el caso de Silvina Luna se animó a largarse y a contar todo. "Esto empezó hace seis años, cuando a mi esposa le detectaron leucemia", contó en ese sentido.
"Ella fue trasplantada de médula, simple y complejamente porque tenía leucemia. Antes del procedimiento, el trasplantólogo te da una especie de curso dónde te explica que hay tres posibilidades. Que el cuerpo acepte el órgano, que es la ideal, la segunda es que el cuerpo lo rechace, o la tercera variante que se llama "injerto contra huésped" contó el experimentado y reconocido periodista de espectáculos.
Con un nudo en la garganta pero las convicciones inalteradas, relató que "a ella le trasplantaron la médula de mi cuñado. Tuvimos la suerte de que el hermano de ella daba 100 por ciento de compatabilidad. Al principio todo funcionó bien. El transplante en si mismo dura una hora. Nada más. Lo que fue duro fue el proceso de quimioterapia, porque antes de llegar al trasplante debió pasar por una etapa donde la limpiaban toda con sesiones de quimio, y la última, la final, fue la más dura de todas porque había que barrer con todo. Eso sí fue doloroso. Duró de noviembre a marzo ese proceso".
CARLOS MONTI CONMOVIO A TODOS AL CONTAR EL DRAMA QUE VIVE CON SU ESPOSA TRASPLANTADA
"Al principio iba todo bien, pero a los 45 o 50 días se produjo lo que los médicos llaman, como ya dije, el "injerto contra huésped", y es que el organismo no reconoce como suyo eso que se colocó, entonces la médula empieza a atacar a los otros órganos, cualquiera sea. Eso obliga a un tratamiento, otro más, en el caso de ella no sabíamos si era agudo o crónico, y en el caso de ella lamentablemente fue crónico. Se hizo un tratamiento que no dio el resultado que esperaban los hematólogos", agregó.
"Ahora está yendo tres veces por semana a Fundaleu para hacer un tratamiento que se llama fotoféresis que le sacan la sangre, se la licúan, le borran los eosinofilos que son los que la atacan a ella y le vuelven a poner la propia sangre, eso más una batería de 16 pastillas diarias, entre ellas corticoides, más todas las previsiones habidas y por haber. No puede exponerse al sol. Mi mujer está con internación domiciliaria. Kinesiólogo, enfermera, médica clínica. Perdón... nos cambió la vida a todos", relató Monti, totalmente sacudido por la situación. Obviamente, recibió el apoyo de todos sus compañeros. Y desde aquí también va el nuestro.
