En las últimas horas volvieron a aparecer rumores sobre la relación de pareja de la China Suárez y Benjamín Vicuña. Otra vez los rumores de una tormenta en el lazo amoroso, una vez más trascendidos que refieren a una discordia entre los actores.
No es una novedad, hace tiempo que brotan informaciones de dificultades en el vínculo, como aquellos días en los que María Eugenia viajó sola, con Amancio, a Miami durante varios días, mientras el chileno trabajaba en su país.
Lo cierto es que el diario Crónica, a través de su sección La pavada aseguró que la compra de la fastuosa propiedad en un barrio privado en Pilar, y las obras de remodelación, habrían generado un clima de cortocircuito, de constantes chispazos entre la China y Benja.
Además, ese medio describió algunas situaciones tensas que acontecerían en el hogar familiar por las distintas actividades de ambos, con los tiempos que cada uno invierte en sus proyectos y que a la hora de encontrarse en el seno de la convivencia los caracteres chocarían.
Más allá de todo esto, lo concreto es que Suárez y Vicuña adquirieron hace unos meses una propiedad impresionante en el barrio privado San Javier, el mismo en el que vive Lali Esposito. Pero no es una casa más, sino que se trata de un terreno de 7 hectáreas, sí, 7 hectáreas.
El nuevo hogar, que se suma a la casona en un country en Los Polvorines, tiene una valuación en 1.000.000 de dólares. Claro que la búsqueda de un diseño personalizado, particular y siguiendo los gustos de la China, la pareja se sumergió en un costoso proceso de remodelación.
La familia Vicuña eligió esta monumental casona que dispone de una enorme gama de beldades como un parque kilométrico, que la China se encargó de mostrar en sus redes, donde brilla una piscina gigante. Además se estima que el casco cuenta con cuatro habitaciones, cinco baños, dos cocheras y hasta una barra de tragos.