Intentaron mantener bajo siete llaves su privacidad, procuraron transitar su amor por las tierras del bajo perfil, pero ya no pueden ocultarse más de las miradas indiscretas. Tini Stoessel y Rodrigo de Paul tuvieron que aceptar que su noviazgo tomó notoriedad pública.
Ahora, los dos famosos se mueven con más libertad, tras el destape de su relación amorosa que se produjo con las fotos en Ibiza. Tras ese hecho, los tortolitos se regalaron comentarios románticos en las redes sociales y se prodigaron mensajes cariñosos.
Claro que todavía restaba una postal, un material audiovisual en el que se mostraran juntos y en una situación de intimidad, que graficara esa química que los imanta y que los empujó a tomar el riesgo de construir una historia en conjunto.
Ese documento se produjo el sábado, en el festejo grandilocuente de cumpleaños que armó Rodrigo, para el que clausuró un bar entero de San Isidro e invitó a más de doscientas personas. En esa velada, Tini hizo lo imposible para no faltar y se alquiló un avión privado para viajar a la medianoche de Santa Fe a Buenos Aires.
Tanto la cantante como el futbolista intentaron no mostrarse en el evento, pero las cámaras de los celulares los agarraron en un momento de mimos, de arrumacos románticos que se filtraron en las plataformas digitales y que exhibió Juariu.
En plena pista de baile y con un lenguaje corporal de emociones impresionantes, las instantáneas demuestran el beso que le estampó Stoessel a su novio. Así viven los tortolitos este presente luminoso, cálido que los estimula a flotar por las nubes.
