En 2018, Braulio Assanelli creyó tocar el cielo con las manos cuando se consagró ganador de La Voz Argentina. El joven había llegado a la Argentina desde su Uruguay natal con el sueño de crecer como artista y, a lo largo de unos meses, experimentó lo que era la fama.
Coacheado por Ricardo Montaner, Braulio creyó que, tras alzarse con el premio mayor, el cantante argentino-venezolano seguiría presente en su camino. Y si bien en un principio así fue, la relación de a poco se fue diluyendo y el artista, de alguna manera, quedó “huérfano” y librado a su suerte.
De a poco, las luces se apagaron y, con el correr del tiempo, pandemia de Covid 19 de por medio, su nombre fue quedando en el olvido. En diálogo con La Once Diez/Radio de la Ciudad, Assanelli recordó lo que Montaner le había prometido en su momento.
"Ricardo Montaner me dijo que me quería ayudar con la carrera y él me tendió una mano. En ningún momento me dijo ‘te voy a producir toda tu carrera y te voy a convertir en una estrella mundial’”, aclaró.
"Él me había prometido ir a México a cantar y ahí estuve con él; en Argentina también me tocó cantar con él; después cuando vino a Uruguay cantamos juntos…", aseguró el uruguayo, que es músico y domador de caballos.
Braulio contó que, a pesar de la buena predisposición del intérprete de “Cachita”, mucho más no pudo hacer: “No pudo intervenir tan profundamente en lo que fue la carrera porque, antes de entrar a La Voz, tenés que firmar un contrato con la discográfica”.
"Ricardo siempre estuvo cerca", insistió, y habló sobre la verdad de la milanesa de este tipo de realities de talentos: "Me parece a mí que no es que te vayan a producir toda una carrera dándote todo para que seas una estrella”.
"Mi carrera se enfrió en contactos y económicamente. Tuve que acudir a los capitales que tenía y que había armado para sostenerme”, contó en 2021 a Clarín, al explicar el golpe que para él fue la pandemia, cuando tuvo que dejar de hacer shows, mientras Monta se pasaba la cuarentena en su mansión de Miami.
