Se puso de novia, protagonizando una de las historias de amor más conmocionantes y emotivas de todo el ambiente: enganchó a un conductor de camión recolector de basura que de buenas a primeras se transformó en un galán cotizado. La pareja arrancó un poco dubitativa, pero poco a poco se consolidó y ganó adeptos y admiradores por todas partes.
Afianzó su condición de buena comediante y humorista pispireta sumando miles y miles de seguidores a sus redes sociales. Con su popularidad sin techo, la convocaron para participar en la segunda edición de MasterChef Celebrity, el realitie que mira "medio país" (O más, porque todas las noches ridiculiza a ShowMatch duplicando su rarting). No participará de la final, pero llegó bastante lejos y fue una de las competidoras más simpáticas del certamen.
Pero claro, la cuarentena de Dani La Chepi no podía ser perfecta, ciento por ciento "color de rosa", inmaculada o impoluta. Algo le tenía que salir mal en este período de aislamiento que condicionó a tanta gente y durante tanto tiempo, pero que a ella le generó amor y laburo a raudales.
Lástima que ese "algo" fue una cuestión muy perjudicial para la salud, porque se trata de una adicción. Y como todas las adicciones son malas (todas, hasta las que parecen menos nocivas como las que tienen que ver con el trabajo) está sí que es una muy mala noticia, no sólo para ella sino para todos quienes la rodean. Durante la pandemia, Dani La Chepi reincidió con el cigarrillo. Había dejado un tiempo, pero el encierro la hizo agarrar esa porquería que es el pucho.
"Estuve un año sin tocar el pucho, pero un día cometí el error y volví, y me siento mal porque se lo había prometido a mi hija y siento que le estoy fumando. ¿Dejamos juntos" les propuso La Chepi a sus seguidores.
"Buen día, ya van 28 horas que no fumo y estoy re bien eh. Sí, se puede... En realidad, estoy así”, dijo, divertida, confesando que le está resultando difícil. Yo ya dejé de fumar un año entero. O sea, dije ‘no fumo más’ y no fumé, no toqué ni un cigarrillo. No es que me daba asco, eso no me pasó. Viste que algunos dejan de fumar y ‘ay tipo, ¿podes fumar más lejos?’ explicó en su cuenta de Instagram.
"Logré como un año no extrañar el pucho, estuve bien y con la cuarentena volví a fumar. Error, error, error. Y me sentí como muy frustrada, que le estaba fallando a Isa y que me estaba fallando a mí porque se lo prometí a la nena” reconoció la comediante.
Y les propuso un trato a sus fanáticos: "me siento muy contenta por lo que acaba de pasar, que es lo siguiente: ustedes escribiéndome, diciéndome ‘me quedan pocos puchos en el atado y voy a dejar de fumar viendo tus historias. Y digo apa, bueno. Hagamos este proceso juntos, si estás en la misma... Pero no vale mentirse. Si metés pitada, nos lo contamos, ¿dale?”
