Cada semana, el programa ¿Quién quiere ser millonario? presenta casos de superación y de lucha constante. En este episodio, participó Jimena Cyrulnik quien recordó oscuros momentos de su pasado y contó cómo hizo para poder superar aquellas etapas de dolor.
Durante una charla con el conductor Santiago del Moro, la modelo se autodefinió como intensa y explicó que a pesar de haber vivido “6000 vidas en una”, no se arrepiente de las dificultades que atravesó porque eso la llevó a mejorar y a crecer como persona.
“Ahora que tengo hijos digo por qué tuve que chocarme con un camión de frente para aprender esto, pero fue lo que me tocó, como me crié, las bases que tenía de mi casa” comenzó relatando. “Mi vieja hizo lo que pudo conmigo, mi viejo se fue cuando era muy chiquita, después falleció, después yo empecé a trabajar en el medio, iba muy rápido por la vida y tuve que aprender a los golpes" agregó.
Sin embargo, la conductora también reconoció que la búsqueda constante de nuevos desafíos y emociones la llevó a transitar una difícil etapa en su vida: “Yo soy muy de buscar sensaciones, yo quería que la vida me atraviese y así fue, jugué un poco con los límites y hoy a esta edad miro para atrás y digo bueno, pasé por mucho, aprendí un montón, agradezco lo bueno y lo malo lo agradezco más”.
Pero orgullosa de cómo logró transformar todo lo negativo, explicó: “No me arrepiento de nada de lo que viví, de nada. Hoy puedo sentarme a aconsejar a una mamá de una chica que tuvo anorexia, o alguien que tuvo algún problema con algunos excesos”.
"Hoy puedo sentarme a aconsejar a una mamá de una chica que tuvo anorexia, o alguien que tuvo algún problema con algunos excesos”
EN LA ACTUALIDAD
Lejos de aquellos problemas que atormentaron su mente, y después de haber pasado por un período de instrospección y conexión con la fe, Jimena Cyrulnik se mostró muy segura de cómo afronta sus problemas en la actualidad.
“Hoy me siento a esta edad como muy plantada, me parece que todo lo que me pasó y los años no fueron en vano. Y es tal cual, estuve muy arriba, muy abajo, la pasé muy bien, tuve momentos feos y pude como capitalizar todo lo malo y transformarlo como en herramientas para salir adelante” acotó.
Y recordando aquel momento en el que se alejó de los medios de comunicación y decidió afeitarse la cabeza, se sinceró: “Venía muy acelerada, me aferré mucho a lo espiritual durante un tiempo, me afeité la cabeza, dije no quiero trabajar más, me alejo del medio. En ese momento a mí me hizo bien, por más que de afuera decían qué le pasó a esta chica, por qué se afeitó, por qué dejó de trabajar. Y yo lo necesité, me ayudó a salir del lugar en el que estaba y me dejó una fe enorme”.
