Las redes sociales no descansan y reaccionaron con excitación al debut de Facundo Kablan, el hijo de Paulo, en el programa de Carmen Barbieri: le avisaron al padre, histórico periodista de policiales de la tele y de la radio, que lo de su pibe era "un robo" por la pinta que tiene.
Chistes y juegos de palabras al margen, Facundo Kablan se presentó en Mañanísima, el ciclo que lidera la capocómica de lunes a viernes en el Canal CiudadMagazine, y provocó una gran impresión en la conductora, en sus compañeros y también entre la gente, que utilizó el mundo digital -sobre todo Twitter- para destacar su presencia.
Pampito, panelista del envío, también de Intrusos y conductor del ciclo dominguero "Estamos bien", en América, se apuró en pedirle a a la producción y a las autoridades de la empresa (el grupo Clarín, de Canal 13) que "no lo dejen ir sin hacerle un contrato por lo menos por 10 años". Había quedado impresionado por el desempeño del joven.
Al arrancar el programa y saludarlo, Carmen Barbieri también le jugó un paso de comedia. "¿Qué pasó, se tiñó Pampito, me lo cambiaron?" se preguntó la conductora, quien volvió a trabajar después de dos días de ausencia por una repentina y dolorosa lesión.
FACUNDO KABLAN, EL HIJO DE PAULO, DEBUTO EN EL PROGRAMA DE CARMEN BARBIERI Y LA ROMPIO
Si bien habló de otros temas y hasta se metió en la cocina -que estuvo a cargo de Alberto Martín, el "eterno pretendiente de Carmen y quien sorprendió hace un tiempo admitiendo que había tenido amores con otros hombres- Facu Kablan, quien dijo tener 26 años, hizo pata ancha cuando la charla giró en torno a las cuestiones policiales y judiciales.
Más vale que la comparación con el padre ("El Gaucho entrerriano" como se lo conoce en los medios donde labura) estuvo presente todo el tiempo. Incluso, Carmen recordó que trabajó con Paulo y no tuvo empacho en confesar que "siempre le tiré los perros a tu papá, pero estaba comprometido así que no había que hacer lío ahí". Bien vale una mención para la madre, entonces, "La Garibotti", una de esas famosas de tanto que las nombran aunque dificilmente se le conozca el rostro.
