El que puede, puede. Todo vale en cuanto a la actitud de pensar en un regalo para una amiga. La creatividad y el ingenio derivan en ideas grandilocuentes, ya sea a partir de la simpleza exacta o de la parafernalia excesiva.
Pampita transita por una etapa maravillosa, en la recta final de su embarazo, que la convertirá en madre nuevamente y en esta ocasión de una beba, que todavía no se conoce el nombre. Fiel a las costumbres de este tipo de caso, la modelo llevó a cabo un baby shower.
Carolina Ardohain organizó un evento con sus amigas, y amigos, en un petit hotel de Palermo, que despertó ciertas polémicas por fotos sin barbijos de los invitados. En ese reunión se acercaron varios famosos y algunos cayeron con regalos estrafalarios para la pequeña que nacerá en unos meses.
En ese grupo se encontró Barby Franco, que lejos de preparar un obsequio normal, llegó con un auto eléctrico marca Mercedes Benz para que la hija de Pampita pueda jugar a manejar cuando tenga un poco de edad.
Lo llamativo se centra en que este vehículo cuesta 87.500 pesos, sí, eso mismo. Este objeto de alta alcurnia se prevé que alcanza una velocidad de 4.5 kilómetros por hora y se recomienda para niños de tres años. La batería dura hasta dos horas y los padres lo pueden digitar con control remoto.
En puerta del hotel, Barby quiso evitar las suspicacias y gritó: “¡No es canje ni nada! Todo tarasca, tarasca”. Luego agregó: “Es por las dudas, para que tenga su primer autito. Pero es el típico regalo de Barby y Burly hacia los bebés en los Baby Showers. Lo hicimos con Jésica Cirio, con Flavio Mendoza. Es como una cábala”.
