El lunes de carnaval, a Romina Uhrig se la vio muy decepcionada al ver que la producción de Gran Hermano le había mandado a su sobrino Fabián y no a sus tres hijas, que por ser menores de edad no pudieron entrar a la casa.
“¿Y las nenas?”, fue todo lo que atinó a decir Romi al saludar al joven que terminó siendo el primer eliminado de esta tanda de ingresos de familiares al reality, una novedad que genera polémicas y situaciones que pueden favorecer o perjudicar a los participantes.
Y convengamos que la ex diputada fue la que quedó peor parada ante la opinión pública, por la fría bienvenida que le hizo al pobre de su sobrino (aunque se entiende su desilusión), y por un comentario sobre el aspecto físico de sus nenas que generó una ola de indignación.
Se sabe: Romina está obsesionada con el cuerpo. No sólo con el suyo y con el de las demás (la hemos visto cuestionar la celulitis de Julieta o preguntarle a jugadoras al volver tras el repechaje si se la veía “más ancha” en la tele), sino con el de sus tres pequeñas niñas.
Y en la corta estadía de Fabián, Romi lanzó un comentario que la podría dejar afuera de la competencia. Todo, por consultarle a su sobrino por el peso de su hija del medio. “¿Y Nina? Está igual que Feli, dicen. ¿Muy gorda? ¿Sigue muy gorda?”, preguntó.
“Está igual que siempre, hermosa…", la remó el chico, a lo que Romina sentenció: "Gorda”. De inmediato en las redes se hicieron eco del comentario y la aniquilaron sin piedad por esos segundos que, sacados de contexto, la dejan en un lugar muy desafortunado. ¿Seguirá en carrera?
