La honestidad brutal, o cierta incontinencia para el habla, ha perjudicado a Juliana en Gran Hermano, con esa recordada expulsión del reality cuando había regresado por voto de sus compañeros. En esa ocasión, la morocha contó información del exterior y la producción no tuvo más remedio que eyectarla.
Ahora, la novia de Maxi volvió a caer en las garras de sus palabras, dado que reveló un secreto de la producción, un mecanismo que nadie conocía y que se guardaba bajo siete llaves y esas declaraciones públicas la sumieron en un conflicto legal, por la posibilidad de generarle pérdidas millonarias a Telefe.
Todo se engloba en ese acuerdo publicitario del reality con Cabify, que oficia de medio de transporte para los participantes eliminados, para el traslado desde la casa al estudio, donde los recibe Santiago del Moro. Al parecer, en esa movida se esconde un mecanismo oculto.
Juliana habló al respecto en una visita a un influencer, donde muy suelta, totalmente cómoda, soltó infidencias pesadas, dado que en el recorte que se viralizó se la escucha vociferar con mucha seguridad: “No es en Cabify que llegas al programa, ¿me entendes?”.
El interlocutor reaccionó enseguida al notar el error de Díaz y le consultó: “¿No existe Cabify?”. Así, la morocha amplió en todo este entuerto y se lamentó por su confesión: “Lo estaba diciendo y tipo lo estaba pensando ‘acá estoy metí la pata’”.
Y finalmente, Juliana sacó a la luz todo lo que no se sabía sobre este sponsor de traslados: “Bueno es parte del show, lo que pasa es que no es tan cerca la casa, te llevan en una combi, con todas tus cosas y despues te suben a un Cabify”. Y cerró con un mea culpa: “Bueno, perdón producción”.
