Impensado, sorpresivo, totalmente inesperado. Nadie avizoraba semejante acontecimiento, una decisión de este calibre, pero sucedió. Gianinna Maradona y Daniel Osvaldo caminarán por el altar, se lanzarán a la aventura de casarse formalmente.
Un estadío imprevisto, sobre todo por la profunda crisis que cristalizaron a fin de año, con esa ruptura furiosa que se produjo en Miami, esa ciudad a la que viajaron para recibir el 2022 en familia. En esas tierras soleadas, el ex futbolista se mostró de gira por la noche glamorosa.
A las pocas semanas de ese dolor, de ese espacio enorme que los separó, la hija de Diego Maradona y Daniel limaron asperezas y se perjuraron amor nuevamente. Claro que esa reestructuración del noviazgo no invitaba a pronosticar un paso tan enorme como firmar los documentos oficiales.
A partir de este bombazo, los medios de comunicación ingeniaron una cobertura tremenda con móviles en diferentes puntos, como el registro civil de Lomas de Zamora o la casona de Gianinna en el country de la zona norte. Horas y horas de guardia, que no alcanzó ningún resultado positivo.
Los tortolitos no se casaron, no hubo boda, más allá de los múltiples detalles que brotaron, como aquel que refería a que Claudia Villafañe y Dalma Maradxona no percibían como una decisión positiva este paso de la pareja. Hasta se informó sobre la cantidad de invitados al festejo íntimo.
En todo este lío, en esta desesperación por encontrar a Daniel y Gianinna apareció una palabra calificada, dado que Dalma rompió con todas las presunciones para desmantelar todo el escenario. Maite Peñoñori asumió el rol de consultarle directamente a la mayor de las hijas de Villafañe.
Por eso, la panelista narró en Intrusos la respuesta tajante de Dalma: “No entiendo de dónde salió todo esto. Sinceramente no entiendo nada, yo estoy en la radio”. Por su parte, Nancy Duré agregó una descripción muy fuerte de lo que en realidad sucedió: “A las diez de la mañana, cuando todos los periodistas estaban apostados en el registro civil de Lomas de Zamora esperando la boda, Gianinna estaba en el gimnasio matándose de risa de toda esta situación”.
