Lola Latorre se erigió en tendencia absoluta en las últimas semanas. Todas las miradas se posan en su humanidad, a raíz del escándalo de participar de una fiesta clandestina, realizada en una quinta en Mercedes el viernes 30 de octubre.
La hija de Yanina Latorre quedó notificada por la Justicia, dado que le labraron un acta en el campo del evento ilegal por romper con las normativas vigentes en el contexto de pandemia, que prohíben las reuniones de más de diez personas.
La participante del Cantando 2020 quedó en el ojo de la tormenta, por la irresponsabilidad de mezclarse con más de quinientas personas, con el riesgo de la propagación del coronavirus. Esto le originó una suspensión de dos semanas del reality, que le solicitó que al terminar el periodo presente un hisopado negativo.
Además de todas las especulaciones, debates e incriminaciones en las redes sociales y los medios, Lola transita por otro sendero sinuoso, otro estado de situación muy delicado, que refiere al plano amoroso. A partir de fuentes que accedió este medio, personas del círculo cercano de la joven describieron que el noviazgo ingresó en una crisis.
¿Qué pasó? Parece que el escándalo disparó esquirlas que dañaron a la pareja. Todo indicaría que a Jerónimo González Chaves le repercutió negativamente la irresponsabilidad de Lola, más allá de no haber estado a la fiesta, como mínimo el hecho de ir a buscar a su amiga.
Además, el rugbier le pediría a la morocha una mayor conciencia para cuidarse de la exposición, así como una mayor tranquilidad en estas semanas de aislamiento del Cantando, algo que no estaría sucediendo del todo, por la inquietud de Lola.
Otro de los factores pasaría por el altísimo perfil de la hija de Yanina, una situación que no sería del agrado de Jerónimo, que le generaba mejores sensaciones una vida más “normal”. Claro que Chaves conoce a Lola desde los 14 años, cuando ambos fueron al mismo colegio, hasta que en el 2017 iniciaron la relación amorosa, que ahora estaría tambaleando.
¿Podrá la pareja atravesar la tormenta?
