Ha transcurrido mucha agua bajo ese puente. El tiempo pareciera haber curado las heridas, con la continuidad de ese matrimonio que se sacudió, tambaleó y estuvo a punto de caer. No obstante, unas nuevas pruebas surgieron en la palestra pública para retomar esa polémica.
El mentado affaire clandestino que tejió Diego Latorre con Natacha Jaitt se reflotó en las últimas horas, a partir de la publicación de una serie enorme de audios privados de WhatsApp del ex futbolista, los que le enviaba a la modelo durante el periodo de relación pasional.
Esas conversaciones se exhibieron en el ciclo raidal de Ulises Jaitt, que se emite por Radio Ensamble, y permitieron acceder al modo en que Diego trataba de congeniar los raptos de engaño a su esposa. "Qué cosa divina que sos, ¿eh? Como me gustas y ahí en ese horario siete y media en realidad siete y media porque siete y media yo me voy al running”, decía el comentarista de ESPN.
Todo este material profundo, que consta de muchos minutos de la voz de Latorre, retrotajo todo a la sociedad sobre ese escándalo, que pergeñó el ex delantero al elucubrar mentiras para satisfacer sus deseos de encontrarse con Jaitt a toda costa.
En definitiva, el lazo clandestino se coció a fines de 2016 y se extendió durante varios meses, de hecho el propio Ulises ratificó que la relación de su hermana con Gambetita duró aproximadamente medio año y que en ese período concretaron unos cuatro encuentros íntimos.
En una mítica entrevista de Diego en el piso de Intrusos, en el momento más álgido de todo el embrollo, permitió escuchar su versión de los hechos. En ese momento, el comentarista deportivo admitió: “Nos encontramos dos veces en su casa, y una vez que pasé por la casa que fue el día que fue a un restaurante y la vi dos minutos”.
No obstante, en los chats de Twitter que mantuvieron en esa época Latorre y Jaitt se percibe la intecionalidad de acudir a un hotel alojamiento, con el que la morocha contaba con buen trato de los dueños para asegurar la privacidad y el resguardo.
Ulises aportó más datos en otra ocasión y reconoció: “Gambeta la persiguió a Natacha durante un año, estaba enloquecido, la relación clandestina duró 6 meses, se vieron 4 veces".
