La de Arroyo y Suipacha debe ser una de las esquinas más paquetas de Buenos Aires. Edificios señoriales, autos último modelo, restaurantes cinco tenedores... y ahora también escándalos de novela. Si la realeza se pelea y pasa papelones en Inglaterra, por qué no puede haber problemas en uno de los barrios más tradicionales de la ciudad.
Allí vive Marcelo Araujo, quizás el relator de fútbol por televisión más famoso de todos los tiempos. Ahora retirado de la actividad, condujo Fútbol De Primera durante más de 20 años (sucedió a Mauro Viale), impuso un estilo ( "¿Estás crazy, Macaya?" fue su latiguillo más famoso) y después se hizo cargo de los partidos más importantes de Fútbol Para Todos.
Araujo vive allí con su actual mujer, Graciela Guadalupe Ocampo, que no es la madre de sus hijas. Se casaron en 2008 en los Estados Unidos y desde ese entonces son unos de las parejas más conocidas en esa zona de la Recoleta. No muy lejos de allí, la esposa del periodista atiende un negocio de ropa.
Araujo está internado: se cayó en su casa, lo llevaron a un sanatorio y en exámenes de rutina se descubrió que tiene Covid.
La semana pasada, Araujo sufrió un accidente doméstico (se cayó de la cama) por lo que debió ser trasladado a un centro asistencial porteño. Entre los estudios de rutina le hicieron el de covid: como le dio positivo, por precaución decidieron que qiedara internado. Va a cumplir una semana en esa condición.
"Las hijas de Araujo aprovecharon que la esposa se había ido a trabajar para sacar sus cosas y cambiar la cerradura".
Aprovechando esa situación y que Ocampos estaba atendiendo su local de indumentaria -según contaron en Intrusos- "las hijas de Araujo irrumpieron en la propiedad con un cerrajero, sacaron todas las pertenencias de la señora y cambiaron la cerradura de la puerta para que no pudiera volver a ingresar" dijo Rodrigo Lussich.
Según Rodrigo Lussich, "la mujer de Araujo volvió al departamento, encontró a las hijas del relator y se armó una batalla campal".
Alertada de los sucesos por el encargado del edificio, Ocampo se puso en contacto con la policía de la Ciudad y con la doctora Mariana Gallego, quien le brindó asesoramiento inmediato. Con premura regresó al domicilio, y al encontrarse con las hijas de Araujo "se produjo una batalla campal" dijo Lussich.
Y sí, pasa en las mejores familias...
