La carrera de Fátima Florez ha sido un ejemplo de trabajo y dedicación. La humorista se ganó un lugar en un ambiente muy hostil y en muchas ocasiones machista. En un ámbito donde la mujer es el remate del chiste y no el acto principal la imitadora supo hacerse de un nombre, aunque no sea el suyo verdadero. En una entrevista muy divertida para Estelita en Casa, la actriz y cantante habló de su identidad.
Ni bien empezó la entrevista, Estelita decidió que no quería dejar pasar más tiempo y al presentarla fue directo al hueso. "Tu nombre original es María Eugenia, no es Fátima", le disparó Jey Mammon en su personaje. Lejos de ponerse incómoda por la declaración Fátima contó que aunque ese no sea su nombre real es por el que todos la llaman. "Bueno, pero como hace tanto que tengo el Fátima que ya soy Fátima. Mi mamá, toda mi familia me dicen Fátima, y ya me quedó. Todo el mundo me conoce así, aunque mi nombre original también me encanta", contó la humorista.
La anfitriona quiso saber cuál fue el origen del nombre con el que se hizo conocida la actriz y ella contó que el nombre se remonta a su estadía en Perú, donde conoció a su marido Norberto Marcos. "Mi marido, Norberto, ni bien me conoció, me dijo… digamos que nació eso. ¿Viste esas cosas mágicas que no las podés explicar? Si me decís cómo nació, no sé cómo fue, pero yo de un día para el otro… un día me fui a acostar con mi nombre, y al día siguiente tenía otro", respondió divertida la invitada.
Hablando de nombre propio, hace algunas semanas la imitadora fue la suplente de Carmen Barbieri en el Cantando 2020 luego de que la vedette sufriera una caída en la ronda de Rock Nacional. De más está decir que la actuación de Fátima fue brillante, pero Nacha Guevara le pidió que hiciera algo siendo Fátima y no alguien más.
"Si me decís cómo nació, no sé cómo fue, pero yo de un día para el otro… un día me fui a acostar con mi nombre, y al día siguiente tenía otro", reveló Fátima.
En la apertura de los tríos en el certamen de canto, la imitadora fue la convocada por Floppy Tesouro y decidió no personificar a nadie. El resultado fue otra performance asombrosa en la que demostró que además de su talento para encarnar a otras personas, Fátima Flores, brilla con luz propia.
