Romina Uhrig entró con un perfil fuerte a Gran Hermano. Con su cargo de ex diputada del kirchnerismo como carta de presentación, la participante fue ganando peso y voto en el reality y, con el correr de las semanas, se convirtió en una de las jugadoras favoritas. Sin embargo, a Diego Brancatelli no le cierra.
Romi es de las más queridas, a pesar de que su nombre está involucrado en una polémica a raíz de su patrimonio que, según informaron, habría aumentado durante sus años en Diputados. A la par, su ex, Walter Festa, es sospechado de corrupción y enriquecimiento ilícito.
“Del juego que está haciendo me parece que es bueno, hay cosas que igualmente no me gustan”, arrancó Brancatelli en diálogo con Por si las moscas, por La Once Diez/Radio de la Ciudad, cuando le preguntaron por la ex diputada del Frente para la Victoria.
Branca no ve con buenos ojos que Uhrig haya entrado en un reality show. “Me parece que degrada un poco a la política y que no habla bien eso, me parece que debería haber buscado otro camino en la política o en otro sector”, dijo. E insistió: “Entrar a GH y que haga uso de, no me parece”.
En este sentido, el periodista se refirió a un fenómeno que le preocupa. “Hay gente que la quiere de candidata, no sé si es broma o en serio. Así está también un poco el país, es raro de explicar, si hay chances de que Bullrich o Milei puedan ser algo en la Argentina es porque la gente vota cualquier cosa”.
Finalmente, Diego se refirió al ruido que le genera la fama de Romi y el uso que pueda hacer de eso cuando termine GH. “Romina se está haciendo muy conocida. Yo estoy convencido de que si ella sale y decide hacer algo en política, si arma muy bien su discurso y lo presenta fácilmente, mucha gente la votaría”, cerró.
