Ni palitos para Marcelo Tinelli ni comentarios que incomodaron a los presentes: lo que regaló Guillermina Valdés en la emisión de anoche de La Academia fue una escena a puro llanto y emoción, seguida por una declaración de principios como madre a favor de la libertad y el respeto de las identidades sexuales diversas.
El momento emotivo de Guillermina fue cuando le tocó el turno de darle la devolución a Lizardo Ponce, que en su performance homenajeó al colectivo LGBT. Hablando como pudo, con las lágrimas asomando, Valdés explicó que se conmovió de esa manera porque el tema la toca en lo personal.
“Yo voy a hablar lo que pueda hablar”, empezó la pareja de Tinelli, como pudo. “Tengo hijos que eligieron un camino propio. Me encanta escucharlos, y me encanta entenderlos. Y me gustaría que en las casas, puedan entender que los hijos no son nuestros. Somos guías, y estamos para acompañar", siguió.
Y mientras Marcelo Hugo arrancaba a lagrimear a la par, la empresaria agregó: "Creo que se evitaría mucho sufrimiento en el mundo si dejáramos que cada uno se exprese y que sea quién quiera y tenga que ser en cada momento de su vida".
“Y basta de que si las mujeres tienen el pelo corto, como mis hijas, hay dudas para que entren a un baño de mujeres. O de que si un hombre es gay no es fuerte. O que los hombres no pueden llorar. Me parece que ya hay demasiado dolor en el mundo para, encima, agregar dolor en nuestras casas", señaló.
La ex modelo opinó que hay que “crear lazos” y respetar las decisiones de los demás. Y le dijo al influencer: "Cuando vi a tus papás, Lizardo, pensé qué lindo que tenga unos padres así que simplemente le dijeron ´sé feliz´…”. Y tras ponerle un 10 a Ponce, cerró: “¡Basta de etiquetas! Gracias, chicos".
Cabe recordar que a principios del 2020, Dante Ortega se expresó en contra de las etiquetas. "Podés estar con un flaco y no ser gay o bisexual. Experimentar es parte del aprendizaje de cada uno. Hay mucha determinación en lo que es ser mujer, ser hombre, hetero, gay o bisexual”, dijo entonces el hijo mayor de Guille y de Sebastián Ortega.
“Tengo hijos que eligieron un camino propio. Me encanta escucharlos, y me encanta entenderlos".
