Después de toda la polémica que desató la convivencia entre Jimena Barón y Daniel Osvaldo, a partir del tenor de la ruptura y el posible quiebre de las normativas de la cuarentena, todo viró. Ambos famosos lograron construir un clima de muy buena onda y sobre todo alimentar las redes sociales con contenidos muy divertidos.
Dentro de ese abastecimiento enorme de momentos de la cotidianidad, la cantante viene desarrollando un relato que refiere a un coqueteo constante. Jimena asegura que todavía no pasaron de padres que comparten el aislamiento por el bien de su hijo Momo, aunque en sus stories parece que la química está intacta.
En esa línea, la actriz se la pasa agradeciendo los regalos que le lleguen al hogar de Banfield, dado que infinidad de marcas, de todo tipo de productos, le acercan obsequios. Con muy buen tino, Jimena las nombra y muestra una por una, ya sea una multinacional o un emprendimiento más casero.
En esa ronda de exhibir todo lo que arribó a la casa, Barón se detuvo en uno muy especial. Abrió una caja muy bien lograda y focalizó la cámara en una prenda íntima preciosa, un body, que además tenía un accesorio muy peculiar, que no abunda. Se trataba de un perfume con feromonas, que estimularía la reacción sexual.
“Me llegó un body con un perfume que tiene feromonas y para que lo voy a volver loco a Roberto. Bueno…”, dijo La Cobra, el sábado por la noche.
Acto seguido se vino la comprobación empírica. Claro. Barón llamó a su expareja, y lo sometió a un testeo en vivo, a través de stories, del alcance de la fragancia. Así, Daniel se acerca, huele y le cambia la cara inmediatamente. Entonces se lo escucha decir: “A ver, no huelo bien”. Al mismo tiempo que se le aproxima al cuello de Jimena, para construir una escena que pareciera irresistible.
¿Habrá aguantado a la tentación el futbolista?
