Jorge Rial se fue de Intrusos primero y de Tv Nostra después, pero nunca terminó de irse de la televisión ni de ser un observador agudo y picante de su desarrollo. Poco a poco fue dando opiniones, pareceres y sentencias desde el lugar en el que se refugió y donde evidentemente se siente cómodo y a gusto: su cuenta de Twitter, la trinchera desde la que tira con munición pesada cada vez más seguido.
Ahora, Rial se metió sin dudas ni titubeos en la interna que parece haberse despertado por la sucesión de Fabián Doman como conductor de Intratables, el ciclo político más antiguo de la televisión abierta. Si bien no logra ratings conmovedores (promedia los dos puntos, con picos que fluctúan para arriba y para abajo), sigue siendo una marca registrada tanto para América como para los dirigentes políticos, para los funcionarios y para quienes aspiran a serlo, que encuentran allí una tribuna donde gritar sus verdades.
La semana pasada, la calma chicha del programa se vio sacudida de un mamporro a la mandíbula cuando Fabián Doman, tentado por la oferta de asumir la gerencia institucional de Edenor (empresa de distribución de energía eléctrica que adquirieron los mismos dueños de América), anuncio su renuncia a la conducción que llevaba adelante en los últimos dos años y medio, tras la salida de Santiago del Moro a Telefe.
Desde ese momento sonaron dos nombres para ocupar ese lugar. El primero trascendió de manera natural y refirió a Paulo Vilouta, el panelista que se hizo cargo de ese lugar cada vez que Doman, por vacaciones, viajes o cuestiones de salud o personales debió ausentarse del trabajo. Vilouta es una especie de comodín de las distintas empresas periodísticas del grupo: fue relator de fútbol, comentarista deportivo, co conductor del ciclo De Una junto a Gustavo López, panelista en distintos ciclos, y después se volvió un hombre vinculado a la actualidad. Hoy conduce Vilouta 910 en La Red de lunes a viernes de 6 a 9.
El otro nombre que se escuchó fue el de Alejandro Fantino, lo que obligaría a un movimiento de pinzas interno: el santafesino tenía que dejar su programa, Fantino a la tarde (que obviamente debería cambiar su nombre), para dejarle su lugar a Karina Mazzocco. En las últimas horas se dijo que esta era la posibilidad más fuerte y prácticamente se la dio como un hecho. Eso, cuentan, propició la creación de dos bandos: los "Pro vilouta" por un lado -los históricos del programa- y los "Pro Fantino", que tienen que ver con más con el canal que con el ciclo.
Rial aprovechó la volada y se pronunció fiel a su estilo contundente y decidido. Haciéndose eco de la noticia de la interna publicada por su propio sitio, Big Bang News, se volcó a su cuenta de Twitter para considerar que la pelea le sonaba a "cuando dos pelados se pelean por un peine", en un claro ninguneo al programa, pero también a los dos aspirantes a su "primera magistratura". Fuerte. Muy fuerte. Quizás llegue una respuesta.
