El escándalo entre Marcelo Tinelli y su hija Juana generó múltiples reacciones en el mundo del espectáculo, pero una de las más duras fue la de Julián Weich. El conductor no se quedó callado y apuntó directamente a la exposición mediática que tuvo la joven desde chica.
“La manera de solucionar estos escándalos es no iniciarlos. Yo jamás involucré a mis hijos en mi carrera porque sabía que les hacía mal. Si alguno de ellos quiere ser famoso después y estudia teatro, locución, modelaje, sí, lo acompaño al casting. Pero si él no lo busca, ¿por qué le voy a meter yo por la ventana que sea conocido cuando no es sano?”, expresó.
Fue entonces que Julián entendió a Juanita por todo lo que los hijos de los famosos pueden sufrir al crecer frente a las cámaras: “La fama en la infancia no es sana. Que le vaya bien a algunos, ponele, pero están todos medicados, no son felices como muestran”.
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Weich también recordó su experiencia personal trabajando con niños actores durante años de televisión y confesó que siempre cuidó a sus hijos de las cámaras por todo lo que él pudo ver: “Yo veía lo que les pasaba, no digo que sean monstruos, pero no es sano eso”.
EL GRAN ESCÁNDALO TINELLI
En su reciente descargo, Juana Tinelli apuntó contra Marcelo y mencionó que algunas decisiones de su padre la habían afectado. Habló del peso que implica llevar un apellido tan reconocido y del impacto que tuvo crecer bajo los focos.
Mientras tanto, Marcelo Tinelli intentó bajar el tono del conflicto y sostuvo que buscará resolver el tema puertas adentro, en el ámbito familiar. Pero las palabras de Julián Weich dejaron una reflexión flotando: el precio de la fama, sobre todo en los hijos de figuras públicas, puede ser mucho más alto de lo que el público imagina.

