El actor Mai Ghione sufre desde los siete años de otoesclerosis, una enfermedad hereditaria que genera un zumbido permanente en el oído y ocasiona una pérdida paulatina de audición. Sin embargo, gracias a la medicina y luego de ser operado a fines de 2020 pudo recuperar gran parte de la audición de su oído derecho.
A pesar de lidiar durante tanto tiempo con dicho problema, el no poder escuchar bien no fue un impedimento para destacarse como actor e interpretar importantes papeles. Aún así, Ghione reconoce este gran paso que dio… y que le cambió la vida.
Y es por ello que, ni bien pueda, el actor de La 1-5/18 y Sueño Bendito planea bajar de peso… y volver a pasar por el quirófano para someterse a una nueva intervención, pero esta vez del oído izquierdo. “Es un milagro. Aprendí a hacer todo sin escuchar, a manejar, a actuar…”, expresó Maxi feliz por el paso dado.
Y fue en diálogo con La Nación que Ghione profundizó al respecto y compartió: “Cuando el doctor Fernando Diamante me operó me dijo que si recuperaba un 30 o un 40 por ciento saltábamos en una pata de la alegría. Y recuperé el 80 por ciento. Son esas cosas que te mandan del cielo”.
“Ahora escucho casi como un oyente del oído derecho. No operan los dos oídos a la vez porque si sale mal, perdés la audición en forma permanente. El post operatorio es largo, dura dos meses y tenés que estar en reposo, tranquilo”, remarcó Maximiliano.
"Es todo muy extraño, puedo escuchar los pajaritos y el corazón de mi hijo Juan. ¡Cuántos sonidos me he perdido en mi vida!", expresó el actor.
“En ese caso no puedo trabajar ni dar mis clases de teatro. Entonces, me voy a operar cuando tenga dos meses libres y pueda dedicárselos a mi recuperación. Me iba a operar en 2021 y me llamaron para estar en La 1-5-18 Somos uno”, agregó.
Mientras se maneja con un sólo audífono, desde la emoción y el descubrimiento de este nuevo mundo sonoro, Ghione manifestó: “Es todo muy extraño. Puedo escuchar a los pajaritos que me despiertan. No me acostumbré todavía, y pienso cuántos sonidos me he perdido en mi vida”.
“Llevo 40 años sin oír nada. Leo los labios y empecé a usar audífonos cuando nació mi hijo, hace 16 años, porque quería escuchar si lloraba en la noche. La operación fue un regalo del cielo. Ni bien pueda, me operarán el oído izquierdo. Ahora puedo escuchar el corazón de mi hijo Juan, algo que nunca había podido hacer”, concluyó Maxi.
