El despertar de la pandemia detuvo al mundo, y también provocó un freno en la industria de la televisión. Con el transcurso de los meses, los canales se reactivaron y comenzaron a estrenar nuevos formatos.
En ese contexto llamó la atención la ausencia del Chino Leunis de la pantalla de Telefe, donde se había erigido en una fija, con siete años ininterrumpidos de labor frente a las cámaras. Ha pasado mucha agua bajo el puente y el animador sigue sin actividad profesional.
Ese parate generó efectos en el conductor, que con mucha valentía abrió su corazón y exteriorizó los sentimientos que lo abordaron en todo este extenso periodo sin exposición. “Estuve siete años haciendo programas casi ininterrumpidamente, bueno, ahora hay una pausa. Lo primero que vino fue tristeza, frustración, bronca porque no estaba pasando lo que yo quería”, expresó.
En una entrevista con Clarín, el Chino amplió el campo de su sentir: “No voy a mentir, a mí me hubiera encantado empezar el año y tener mi programa asignado, un desafío con un nuevo proyecto, nuevo estreno… pero no fue lo que pasó”.
Con honestidad brutal, Leunis reconoció: “¿Y qué le pasa al conductor de televisión cuando eso no pasa? Te sentís en el quinto subsuelo, empezás a sentir que si no hacés, no sos”.
Respecto a las repercusiones en su interior que pulularon en este verano, el periodista sostuvo: "Estuve de vacaciones en Pinamar un mes durante enero y los primeros días fueron muy tormentosos para mí. Fue como ´bueno, ¿cómo voy a vivir este año? ¿qué voy a hacer?´”.
