Se destapó una olla y emergieron secretos impensados, que nadie imaginaba en esa trama amorosa de cuento. Toda la historia maravillosa de la pareja de Nicole Neumann y Manu Urcera escondería en las entrañas una influencia compleja de la familia del piloto.
La modelo salió a gritar a los cuatro vientos que su corazón explotaba de felicidad con la propuesta de casamiento que le extendió el corredor de automovilismo en Punta del Este. La blonda se emocionó hasta las lágrimas por el paso enorme del noviazgo y raudamente viajó a Europa a buscar el vestido soñado.
A pesar de ese halo de alegría, ahora aparecieron nubes en el cielo de los tortolitos. Al menos por lo que aseguraron en Intrusos, donde narraron una interna oscura que se incuba entre los padres de Manu y Nikita. Una trama novelesca, que suena rayana a lo inverosímil.
En concreto, en el ciclo de América presentaron un informe en el que narraron cuestiones muy fuertes, como un desagrado de los Urcera por la fama de Neumann, ya que contaron: “La familia de él no vería con buenos ojos que su único hijo varón se case con una mujer mediática y con tres hijas".
Ahí también presentaron una tirantez entre la hermana de Manu con Nikita por un vehículo costosísimo: “El conflicto comenzó cuando Manu le cedió la imponente camioneta de su padre. Se trata de una edición limitada y costosísima réplica de la F100, por el cual la hermana pegó el grito en el cielo".
Hasta que en la información vertida en Intrusos describieron el punto más álgido y candente, que refiere a una exigencia tajante de los padres de Urcera: "Tendría que buscar sí o sí ser padre de un hijo varón, y es por eso que su familia le habría sugerido que haga un tratamiento para elegir el sexo del bebé".
En cuanto a los motivos de esta petición tan extraña, y que va en contra de la naturaleza, en el programa aseveraron: "Tendría que buscar sí o sí ser padre de un hijo varón, y es por eso que su familia le habría sugerido que haga un tratamiento para elegir el sexo del bebé".
Supuestamente todo eso se entrelazaría con un acuerdo que juraron Manu y sus progenitores para que pueda desarrollar su carrera como piloto hasta los cuarenta años, para luego tomar el control de las empresas petroleras de los Urcera en Neuquén.
