Con el humor que la caracteriza, esa capacidad de construir sonrisas y un puente de empatía con el público, Lali Espósito volvió a abrir las puertas de su cotidianidad para exhibir las particularidades de una fiesta en su casa, con amigos. Y en esta ocasión, reflexionó sobre las consecuencias negativas de oficiar de anfitriona.
Dentro de su vorágine furiosa en lo laboral, con giras por todo el país para presentar su material musical, la cantante detuvo un segundo su trajinar para invitar a sus seres queridos a disfrutar de una noche de sábado llena de emociones y mucho entretenimiento.
En consonancia con un hábito saludable, Lali acondicionó los ambientes de su casa para transformarlos por unas horas en una pista de baile, con la instalación de luces, equipo de sonido, bebidas y comidas. Lo que se registró en varios contenidos de sus redes sociales.
Claro que el “daño colateral” de pasarla genial con su grupo de amigos se vincula con el estado del hogar, que soportó el tránsito de decenas de personas y sobre todo exhibió el desorden típico tras una velada de esparcimiento sano.
De esta manera, Espósito jugó con esa situación y lo hizo con un video muy ingenioso que compartió en su cuenta de TikTok. Se trata de unas imágenes en las que se percibe la suciedad que se produjo por la fiesta, en la que se destaca una enorme cantidad de vasos descartables tirados y muchas botellas de bebidas.
Para musicalizar esa pieza, Lali optó por una canción que reza, en tono gracioso: “Ojalá me lleve el diablo”. A lo que le sumó una excelente interpretación corporal, con una expresión de su rostro que transmite desazón, algo de fastidio y sobre todo el cansancio de tener que arremangarse para limpiar el desorden.
