Hay distintas maneras de analizar un mismo objeto u hecho. Depende del ángulo, de la connotación o de los preceptos con los que se aborde el caso de estudio. El Wandagate no arroja una lectura ecuánime, única y tajante. Este escándalo se caracteriza por las múltiples formas de analizarlo.
La realidad irrefutable se centra en que el engaño de Mauro Icardi a Wanda Nara con la relación clandestina, y noche de lujuria incluida, con la China Suárez despierta interés. Y así como diversas investigaciones y puntos de vista.
Ángel de Brito decidió emanar su opinión de lo que entregó la entrevista con Alejandro Fantino, esa charla por la que María Eugenia habría percibido más de 50 mil dólares y en la que arrojó algunos títulos pero poca sustancia del vínculo amoroso con Icardi.
Además de todo lo que expresa en el ciclo que conduce en eltrece, Ángel también se expresó en sus redes sociales. Todo comenzó con la apertura al feedback con sus seguidores en Instagram, en ese contexto un usuario le consultó: "¿Qué pensás de la entrevista de China? ¿Creés que fue sincera?".
Sin filtros, en la vereda opuesta a lo políticamente correcto, de Brito apretó el acelerador para encender una definición muy explosiva de la China: "Hizo un buen negocio cobrando por hablar de su vida privada. Y después se hacen las cool".
Una concepción lapidaria, dado que focalizó el monto que engordó la billetera de María Eugenia y porque desenmascaró esa actitud que emana la actriz de cierto despojo, de liviandad o de libertad para manejarse por la vida.
