Una de las reglas que tiene Gran Hermano es cuidar los alimentos y elementos de higiene, ya que tienen un presupuesto limitado para comprar lo necesario durante la semana. En el caso de que quieran tener un poco más, deben vencer en la prueba semanal.
Desde que el programa comenzó, los tres juegos los perdieron, por lo que claramente el dinero para comprar fue la mitad, por eso todos los participantes apostaron fuerte para que la cuarta sea la vencida, aunque el reto sería más difícil de lo esperado.
La semana pasada el desafío consistía en ver en la pantalla la pareja que debía participar, en donde deben identificar el tótem ubicado en determinado sector de la casa y correr hasta el para presionar los botones, además de mantenerlos durante unos segundos hasta que Gran Hermano lo habilite. Claramente tienen tiempo límite para hacerlo.
Con los ánimos al rojo vivo por la nueva gala de eliminación, los participantes dieron todo de sí para poder ganar la prueba semanal por primera vez desde que comenzó el programa. Además de lograr satisfacción por cumplir con lo impuesto, tenían la chance de por fin contar con todo el presupuesto para alimentos.
El nuevo reto consistía en pedalear en parejas en el bote que se encontraba en la pileta de la casa, el cual hicieron 69,4 kilómetros en 24 horas. En esta ocasión, cada grupo podía estar el tiempo que quisieran, en el caso de cansarse podían entrar los otros dos.
El único que no fue de la partida fue Alfa, que por problemas de rodilla evitó acercarse al lugar, aunque alentaba a sus compañeros para que lo lograran. Al final, Gran Hermano le pidió a la líder de la semana, Lucila, que descubriera la cantidad de kilómetros que debían cumplir (69), por lo que pudieron coronarse victoriosos y tener todo el presupuesto, por lo que todos se abrazaron y festejaron.
