La verdadera historia de la tapa de Wanda Nara virgen, contada por el periodista de Paparazzi que le hizo la nota – Revista Paparazzi

La verdadera historia de la tapa de Wanda Nara virgen, contada por el periodista de Paparazzi que le hizo la nota

Jorge Rial dijo que fue “un invento de Luis Ventura para Paparazzi”. Y de ninguna manera es así. Acá, paso a paso, quien escribió la famosa nota cuenta cómo sucedieron los hechos 14 años atrás.
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A Gerardo Sofovich le gustaba hacerse autobombo y colgarse una medalla: según contaba con frecuencia, muchísimas figuras habían sido descubiertas por él cuando eran anónimas y desconocidas. El productor teatral Aldo Funes puede sacar chapa y decir, con absoluta razón, que fue “El Gerardo Sofovich” de Wanda Nara. El hombre que la acercó a los medios y le abrió las puertas para ser quién es. El que la descubrió.

Arrancar por él “la verdadera historia de la virginidad de Wanda Nara”, acaso el misterio y la explosión más grande que recuerde la farándula argentina, no es otra cosa que un acto de justicia para alguien que nunca fue reconocido como lo que es: el tipo que, sin saberlo, le dio el puntapié inicial al fenómeno mediático más importante de los últimos 20 años.

Como a nosotros, quizás Wanda tampoco le atienda el teléfono ahora. Aldo se había ganado la confianza de la redacción de Paparazzi unos meses antes, cuando había acercado otra muchacha para que hiciera en la revista la primera nota de su carrera. Quería contar que era “la nieta no reconocida de Horacio Guarany”: se llamaba -se llama- Cinthia Fernández.

LAS DIFERENCIAS DE LA WANDA DE HOY Y LA DE DE HACE 14 AÑOS.

La nota hizo ruido, causó revuelo y Aldo se anotó un poroto. Por eso fue escuchado con atención cuando volvió a llamar. Tenía otra chica que quería hacer la primera entrevista de su vida. No era morocha sino rubia, y vivía en Boulogne, al norte del Gran Buenos Aires. Wanda Nara.

A fines de 2005, la producción de fotos y el reportaje se hicieron en el primer piso del edificio de Editorial Atlántida, en Azopardo 565, ahí donde un límite medio difuso une -o separa- a San Telmo, Puerto Madero y el centro. La temática de las fotos fueron “ángel y demonio”. Unas eran de blanco, las otras de rojo.

La nota nunca salió. Gonzalo Abascal, por entonces director de Paparazzi, vio las imágenes y las descartó. “Son impublicables”, nos escupió en la cara. Quizás tenía razón en ese momento. Excelente periodista, mejor jefe aún, Abascal era -es- muy hábil y muy eficaz para esos menesteres.

DE LA MANO DE LOPEZ, PRIMERO, Y DE ICARDI DESPUES SE CONVIRTIÓ EN ESTRELLA EN EUROPA.

Una tarde del verano de 2006, que coincidía con una noche de cierre de la revista, en Intrusos explotó un tema: Wanda Nara había “deslumbrado” a Diego Maradona. La famosa nota del “slip” del Diego

Sin medios digitales, twitter, Instagram ni redes sociales que replicaran las historias que surgían en la tele, el tema era tentador para sumarlo a la edición de la revista. Juan Pedro Reca, actual director de Paparazzi y por entonces redactor, escribió el artículo desde Mar del Plata.

Hoy vive en París. Anda en vuelos privados. Pero en ese momento no pidió ni remise para hacer una nota en un medio como Paparazzi.

Faltaban fotos. La mano maestra y la memoria de Abascal resolvieron el problemón: rescató del archivo las que se habían hecho unos meses antes, y asunto resuelto. Las mismas fotos que había desechado le salvaron un dolor de cabeza y las tres páginas de aquel número. También había algunas de Wanda en la playa. No llevaba corpiño.

Unos meses más tarde investigábamos un tema para una tapa: Jésica Cirio y Pamela David, por aquellas épocas dos jovencitas en franco ascenso, en pugna y en guerra por un mismo hombre, Rodrigo Fernández Prieto, el actual marido de Floppy Tesouro.

LA TAPA DE LA DISCORDIA: WANDA VIRGEN EN PAPARAZZI.

La idea era hacer una portada con 3 fotos. Una grande de Jésica, otra grande de Pamela, y en el medio, chiquito, el muchacho, de enorme poderío económico dada su vinculación, y la de su familia, con los emprendimientos inmobiliarios que se desarrollaban -desarrollan- en Puerto Madero.

Una de nuestras fuentes -el único nombre que preservaremos al contar esta historia- fue directa. “Es verdad, salió con las dos. Y por ahí al mismo tiempo. Pero se están olvidando de una chica que se está haciendo conocida y a la que ya le dieron varias notas. Wanda Nara. Ella también salió con él”, nos contó ella.

Una famosa contó que Wanda hacía de las suyas y le abrió las puertas a la tapa de su vida.

Llamamos a Wanda. Y la misma Wanda que ahora puede disfrutar de una piscina con horizonte infinito en una mansión parisina tardó un puñado de horas en recorrer la distancia que separa Boulogne de San Telmo-Puerto Madero-el centro.

En los mullidos sillones del tercer piso del edificio de Atlántida, debajo de una pérgola con un vitral colorido y hermoso, y con algunas estatuas de estilo griego como testigos, hicimos el reportaje con Noelia Grisel Santone, recién llegada a la redacción de Paparazzi, a la que aún alimenta con sus primicias, sus revolucionarias ideas de notas y sus entrevistas calientes.

WANDA EN SU GYM EN PARIS.

Wanda confirmó que había sido novia de Fernández Prieto entre 6 a 8 meses y agregó un puñado de datos que no tenían demasiada relevancia. Entonces, quisimos saber un poco más. Aguerrida como siempre, Noelia preguntó: “¿Alguna vez te dijo que eras menor amante que Jésica y que Pamela, que cuando hacía el amor con vos disfrutaba más que con ellas, que tenía mejor sexo con vos que con las dos?”.

Allí sobrevino la famosa respuesta de Wanda. Producto de esa pregunta y no de ningún arreglo, ninguna presión para que inventara algo ni ninguna idea de invento de Luis Ventura, director de Paparazzi, querido, bancado y apoyado por toda la redacción en sus 13 años al frente de la revista.

“Es que yo no tuve sexo con Rodrigo. Ni con él ni con ningún hombre. Todavía soy virgen”, dijo Wanda para dejarnos sorprendidos.

Es que yo no tuve sexo con Rodrigo. Ni con él ni con ningún hombre. Todavía soy virgen”, dijo Wanda para dejarnos, en primer lugar, sorprendidos y con el foco de la nota absolutamente patas para arriba.

Obviamente repreguntamos 10 veces: “¿Pero qué hacían cuando se quedaban solos?”, “¿Cuántos años tenés?” “¿Y las fotos con el slip de Maradona, qué fue todo eso?” ¿Rodrigo no tenía ganas de tener relaciones cuando estaba con vos?”.

WANDA SE MUEVE EN AVIONES PRIVADOS CON MAURO ICARDI Y SUS HIJOS.

Wanda fue firme en cada una de sus respuestas. Dijo que era común que una muchacha de 19 años todavía fuera virgen y respondió textual: “Maradona ni me tocó”. Textual, concreta y contundente.

Bajamos a la redacción con el cosquilleo en la sangre de quién sabe que tiene un titulazo entre manos. Le contamos a Abascal y le planteamos la duda: “Dar esta declaración en el medio de lo de Pamela y Jésica, se va a perder por completo, nos parece una picardía” le dijimos a la espera de su veredicto.

En el viejo edificio de Azopardo Wanda contó su historia. Y aquí se dan pelos y señales de ese momento ocurrido hace 14 años. Mienta quien mienta.

Abascal hizo la de Maradona, justo, ante los ingleses: el mejor gol de todos. “La tapa de esta semana son Cirio y Pamela. Demos un recuadro de Wanda contando que salió con Rodrigo pero ni una palabra de la virginidad, eso lo damos en un par de semanas. Y con mejores fotos”, nos rogó.

Dicho y hecho: dos semanas después, la producción de fotos se hizo en una calesita. Wanda sentada en un caballito de madera de una calesita. El estilo Paparazzi de aquella época, descontracturado, creativo, transgresor y riguroso en los textos, en su máxima expresión. 

WANDA NO SABE SI SEGUIRA TRABAJANDO PARA LA TV ITALIANA.

El título de la nota era “Todavía soy virgen” hasta que el print llegó a manos de Mariel Fuentes, otra redactora que hoy ocupa un lugar preponderante en los medios de comunicación.

“Este título me queda corto. Le falta fuerza, no es tan explosivo”, argumentó ella, y dio la solución: “Acá dice “Maradona ni me tocó”. Ese es el título: “Todavía soy virgen, Maradona ni me tocó”. Todos estuvimos de acuerdo.

Esa nota, la nota donde Wanda contó por primera vez que era virgen, no fue tapa. Fue recuadro en la portada y tres páginas adentro. Era junio de 2006, y llegó a la calle en coincidencia con el Mundial de Alemania.

Al otro día de salir la revista sólo se hablaba de dos cosas en el país: de la buena marcha del seleccionado en el Mundial (había derrotado 6-0 a Serbia y Montenegro y conservaba el invicto al cabo de la primera ronda) y de la virginidad de Wanda Nara.

EL VESTIDOR DE WANDA EN SU CASA DE MILAN.

Se hacían notas de todo tipo. Hasta iban psicólogos a la televisión para responder si estaba bien que una chica de 20 años fuera virgen. La tele en pleno discutía si era cierto, si era creíble, si era verdad. Fue una revolución total.

El título de la nota fue “Mi virginidad se la regalaría a Pablo Echarri”, una frase que le valió los rezongas de Nancy Dupláa.

En virtud de esa avalancha de interés que despertó Wanda, un par de semanas más tarde se pensó en hacer una tapa con ella. Debimos tener cuidado con la (poca) ropa, para no incomodar a la iglesia ya que el título iba a ser “Virgencita mía”. Las fotos las hizo Diego Omar, “el mejor fotógrafo de mujeres”, como siempre lo consideramos.

La nota, otra vez, la hicimos con Noelia Santone. El título fue “Mi virginidad se la regalaría a Pablo Echarri”, una frase que le valió los rezongos de Nancy Dupláa y de muchas mujeres que le cuestionaron que hablara de esa forma de un hombre casado y padre de familia.

WANDA Y SU HERMANA ZAIRA.

Esa tapa, la primera tapa de su vida, también dio “la vuelta al mundo”. Para colmo, Argentina ya había quedado afuera del mundial y no había fútbol que compartiera la atención de los medios. Era toda de Wanda y su falta de sexo. Pasó por todos los programas habidos y por haber.

En Mañanas informales, el ciclo de Jorge Guinzburg, confirmó lo que nos había contado. Sentada en el living de Susana Giménez, en cambio, dijo que “los periodistas me dijeron que si decía algo fuerte podía ser tapa, me propusieron inventar que era virgen y yo acepté”. Por qué mintió cuando la entrevistó la diva nunca se supo.

Se vendieron algo así como 44.000 ejemplares, nada del otro mundo para una revista que llegó al récord de 145.000 ejemplares vendidos en la mejor semana de su historia

La tapa fue más efectista que efectiva, y si se quiere le sirvió más a Wanda que a Paparazzi. Los números de venta no fueron tan impactantes como los niveles de popularidad que alcanzó ella.

Se vendieron algo así como 44.000 ejemplares, nada del otro mundo para una revista que llegó al récord de 145.000 ejemplares vendidos en la mejor semana de su historia, con la tapa “Rial íntimo”, algunos años más adelante.

WANDA Y TODOS SUS HERMOSOS HIJOS EN PARIS.

 “Ustedes que me hacen poner estas tapas, vamos, hagan mejores notas para la próxima. Todo el mundo hablando de ella pero no nos compraron la revista” nos retó Abascal con un informe de Wanda y su virginidad, en la tele, como fondo de su rezongo.

Jorge Rial dijo esta semana que “la virginidad de Wanda” fue un invento de Luis Ventura para permitirle a Paparazzi sumarse al fenómeno Wanda. Juan Domingo Perón, mucho antes, había dicho que “la única verdad es la realidad”. Tenía razón.  

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