Todo lo que concierne a Gran Hermano despierta un interés inusitado, desmedido casi, porque cualquier movimiento cotidiano, y pavo, de alguno de los participantes se convierte en debate nacional. Así, en los últimos días se especuló hasta el hartazgo sobre una visita de Lali Espósito a la casa más famosa.
En pos de alimentar el fuego de las mediciones exorbitantes, de esos números inentendibles en el rating, se filtró que la producción había pergeñado una movida para generar impacto, que sería introducir mega figuras a las entrañas de la propiedad.
Una especie de remake de aquella visita de Diego Armando Maradona en el 2001, en ese episodio que quedó grabado a fuego en el inconsciente colectivo. Se consideró que las autoridades posaron los ojos en Abel Pintos y Lali Espósito, por su don de célebres y con amplia aceptación en una mayoría de la ciudadanía.
Todo eso creció como una bola de nieve que cae sobre una ladera y se llegó hasta considerar el momento y el día exacto en el que Lali atravesaría la puerta para fundirse en un abrazo con los ocho sobrevivientes, esos concursantes que siguen en carrera.
Espósito rompió el misterio, desactivó las incógnitas y terminó por confirmar si aceptó la propuesta de sumarse un ratito al interior de Gran Hermano. ¿Qué hizo? La espectacular artista acudió a una ironía, a una fina manera de desmentir la chance de ingresar a la propiedad de Telefe.
En definitiva, Lali armó un tuit en su cuenta personal y eligió poner una foto del estadio de Vélez Sarsfield, club del que es hincha, y escribió: “La única casa a la que voy a entrar”. Tremendo. Esto se enrola en su próximo show en esa cancha, que se dará el cuatro de marzo.
