Una sensación incómoda abordó a Pamela David, un frío que le recorrió por la piel por un contratiempo que aconteció en las últimas semanas. La modelo sufrió un robo millonario en su propia casa, la mansión en la que vive con Daniel Vila en Mendoza.
Los empleados de la propiedad denunciaron el hecho y las autoridades policiales se encuentran en plena investigación para determinar quién desapareció los cuatro millones de pesos que el empresario guardaba en su hogar para abonar los sueldos de los trabajadores.
Este acontecimiento maximizó la atención sobre las particularidades de esta chacra descomunal, que lleva como nombre San Isidro, y que se emplaza en las laderas de la cordillera de Los Andes, en las afueras de la capital mendocina.
La propiedad de David está emplazada en una zona que la conoce como San Isidro, en la que se rodea de las montañas y mucha extensión de campo, lleno de árboles y naturaleza a pleno. La casa se caracteriza por elevarse en consonancia con el terreno, así como disfruta de las bondades del entorno y lo respeta con muchísima arboleda, césped, piedras.
Con las fotos de Pamela, en sus redes sociales, se distingue un panorama visual espectacular, por eso la propiedad se conecta todo el tiempo con el exterior. Al punto que las montañas lucen al alcance de la mano, ahí nomás, a un par de pasos.
Dentro de una edificación muy moderna, y amena, dispone de seis habitaciones, cada una con baño privado, así como una suite principal con todo el confort. En el interior se destaca una decoración cuidada, con muchos detalles de calidad. Mientras que el living permite involucrarse con el verde con un enorme ventanal, que otorgar luminosidad y deseos de salir.
Así como la tecnología en los muebles de avanzada, pantallas LED de última generación, hasta un equipo de sonido profesional para jugar al karaoke, que tanto le gusta a Pamela. En todo lo que refiere con el jardín, se destaca una pileta funcional, amplia, así como un lago pequeño generado de manera artificial. También brillan todos los senderos para recorrer el espacio empedrado en consonancia con el entorno.
En otro sector aparecen las parrillas, así como un deck con camastros, horno de barro e incluso una caballeriza y viñedos. Todo pensado al detalle, para así contar con todas las distracciones y entretenimientos.
