¿Qué podía salir de un intercambio de mensajes de WhatsApp entre tres de las personas más queridas de la Argentina? Una charla genial, divertida y algo disparatada. Una pizca de cada una tuvo el cruce de audios que sostuvieron estos días Darío Barassi con Lionel Messi y su mujer, Antonella Roccuzzo, y que el conductor de 100 argentinos dicen reveló ayer en el aire de su programa.
Barassi rompió el hielo. Fue el que "habló primero". Lo hizo para saludar el mejor jugador del planeta por su cumpleaños número treinta y cinco. El sanjuanino -que además de periodista es abogado, aunque no ejerce la profesión- se adelantó y envío su felicitación antes del 24 de junio, el día que Messi celebra su aniversario.
Se desprende de la respuesta de Antonella, la primera a la que se escucha hablar cuando Barassi puso al aire la conversación entre los tres. "Escuchá, te adelantaste un poco porque el cumple de Leo es el 24" le dice una muchacha sonriente y compinche. "Lo saludaste con un poquito de anticipación", agrega después, para luego volver a corregirlo al "pasarla la ubicación".
"No, y aparte ya estamos acá. Hoy llegamos a Barcelona", le aclara ella. Con su habitual histrionismo, Barassi comentó "que vida duuuura". "Se nos terminó ahí el invierno y nos vinimos al veranito. Aprovechamos acá unos días de vacaciones que le quedan a Leo antes de que arranquen a full otra vez de vuelta. Pero bueno, yo te acepto el salame porque eso siempre viene bien", sigue ella poco después en el mismo tono intimista.
"Bueno, Antonella, eso de "te acepto el salame" suena raro eh", se animo a bromear él. En las redes sociales, Barassi es llamado el "Ibai Llanos argentino", comparándolo con el famoso streamer español -para muchos, el más importante de todo el mundo- que también es muy amigo de Messi y hasta lo entrevistó varias veces en vivo y en directo.
"Pensé que Leo me iba a odiar por eso. Y al rato llega un segundo audio. Y dije "bueno, qué cargosa Antonella, ya está..." contó Barassi. Pero el audio no era de ella. No. Era de "El". Y encima era muy gracioso. "Gordo, es el 24 mi cumple. Nada que ver. Te acordaste solo dijiste pero nada que ver. Faltan como 10 días todavía. No estamos más en Rosario, ya estamos en Barcelona. Dice Anto que va a ir a jugar ahí con la hermana. Les mando un beso a todos" le reprochó Messi, mientras se escuchaba de fondo a Antonella gritando "manden facturas". Más dulce y argentino, imposible.
