El estudio de Intrusos tiene antecedentes de "fenómenos inexplicables". El más recordado, aquel en el que aparecía una canción de Queen cuando Graciela Alfano le contaba a Luis Ventura cómo su hijo se había salvado de milagro tras protagonizar un grave accidente automovilístico. Hoy volvió a suceder: misteriosamente, la luz se cortó dos veces mientras Virginia Gallardo hablaba del... ¡choque que casi le cuesta la vida a su marido!
Para colmo, Intrusos no es un programa al que le resulten indiferentes estos temas. Mas bien todo lo contrario: desde que entró en funciones "la administración De la Ve", la tercera del ciclo en sus más de 20 años de vida (primero Jorge Rial y luego la dupla Lussich y Pallares fueron sus antecesores), los viernes se desarrolla "el bloque paranormal", donde se debaten este tipo de acontecimientos.
Virginia Gallardo se transformó en una aguerrida panelista del ciclo gracias a sus intervenciones con opiniones fuertes y picantes. En los primeros días de esta semana se ausentó de su asiento en la mesa por un motivo urgente: su marido se accidentó mientras viajaba para Córdoba, donde maneja una serie de emprendimientos dedicados al turismo.
Si bien la tranquilizaron cuando le contaron que su esposo sólo había sufrido una fractura en un brazo, Gallardo debió ponerse al frente de los trámites para traer a su marido a Buenos Aires, algo que logró después de sortear algunos inconvenientes. Dio algunos móviles desde la puerta del sanatorio donde fue alojado, pero recién esta tarde, con la recuperación empezando a encaminarse, regresó al estudio.
Por supuesto que tanto De la Ve como sus compañeros le tributaron una cálida bienvenida. Todos se solidarizaron con ella y le preguntaron cómo venía la cosa. Pero Gallardo, curiosamente, no pudo decir mucho. No porque estuviera ganada por la emoción o se hubiera sobresaltado con una noticia inesperada, sino porque la luz se apagó y ya no pudieron seguir al aire si no era por las linternas.
Después de las risas y los comentarios ocurrentes, la sensación de asombro se apoderó de todos cuando el "fantasma" volvió a meter la cola (ese era el diablo, pero para el caso vale igual) y la luz volvió a irse un buen rato. Ahí ya no hubo tanto chiste sino la sorpresa de De la Ve (y de todos sus compañeros) porque la presencia de Gallardo había convocado "otras presencias". Lo importante, al fin y al cabo, es que el marido de la correntina está mejor y de a poco va a ir saliendo adelante.
