Trabajar con un ex no es nada fácil. Sin embargo, Nicolás Occhiato y Florencia Vigna aceptaron el desafío de conducir juntos la nueva versión de El último pasajero por la pantalla de Telefe. Y es al aire de ese formato que los ex chicos de Combate aprovechan cada oportunidad que tienen para tirarse un palito o hacerse reproches.
En medio de los rumores de mala onda con su ex y de que estaría un tanto agrandado, el periodista y conductor enfrentó los rumores y en diálogo con Socios del Espectáculo deslizó: “Con Flor está todo bien. De hecho, estoy yendo ahora a grabar”.
Fue entonces que el cronista del Trece le remarcó a Occhiato que estaba circulando que él le espiaba el teléfono y la clave del celular a su ex novia. A lo que Nico lanzó: “No, cero. Nunca lo hice. Era más una chicana del programa. Jugamos con el morbo de ser ex. Pero está todo hablado y nos reímos de la situación”.
Despejando cualquier rumor de conflicto con Vigna, el conductor y director de Luzu TV agregó: “Está bueno que jueguen con nosotros con eso porque es la gracia del programa. Fue mucho tiempo, la pasamos bien y hoy ya está. Estamos trabajando juntos”.
En medio de la nota, el notero le preguntó si se había enojado por el papel que le toca en ese juego al aire donde habría considerado que lo deja mal parado. Por su parte, Occhiato volvió a sostener: “Son chistes que nos hacemos pero nos llevamos súper bien”.
"El tiene muy en claro lo que quiere y eso a veces no se le perdona y se dice que es un creído", lanzó Brey luego de que Nico explicara que está todo bien con Flor.
Intentando cambiar de tema, Nico se refirió a su presente sentimental y reconoció estar soltero, saliendo pero trabajando mucho. “Esta nota fue previa a lo que se vio esta semana, donde la cosa se fue poniendo peor y donde hay un Nico Occhiato que guarda un perfil familiar y no se va a enganchar a salir a hablar mal. Es un caballero y va a cuidar su perfil”, comentó Rodrigo Lussich.
Finalmente, Mariana Brey se metió en el tema y, en defensa del joven periodista y conductor, a quien acusan de mala onda, acotó: “El tiene muy claro lo que quiere y a veces eso no se perdona. Se dice que es un creído. Por otro lado, no solo no lo hace públicamente, sino que tampoco en privado. Nunca escuche a nadie que él haya dicho algo de otro”.
