Mientras planifica su boda, trata de resolver la problemática intrafamiliar con la lejanía que ejecutó su hija mayor y atiende las repercusiones de la agresión de su novio a un hincha de Turismo Carretera, Nicole Neumann realizó un stop y se trasladó a Río de Janeiro.
En todo ese contexto convulsionado, la modelo volvió a subirse a un avión, por enésima vez en el año, y optó por escaparse del frío de Buenos Aires para refugiarse en los cálidos rayos del sol en una de las playas más paradisíacas del mundo junto a Manu Urcera.
Desde ese destino turístico, la blonda carga de miles de contenidos sus redes sociales, para exhibir todo tipo de actividad, ya sea lagartijas en las arenas blancas bajo las palmeras, como unas visitas a restaurantes de lujo para saborear un café vegano.
En todo ese entramado, Nikita experimentó unas sensaciones muy tristes, que la llenaron de angustia, y que se vinculan con su amor inconmensurable con los animales. Una faceta que siempre pregona, principalmente con sus anuncios de perritos en tránsito.
LA TRISTEZA DE NICOLE NEUMANN EN RÍO DE JANEIRO
En esta ocasión, Neumann se topó con una tortuga marina a orillas del mar, pero detectó que sufrió unas lastimaduras profundas, que dañaron su fisonomía, lo que la sumió en un estadío de reflexión y de muchísima congoja.
La panelista de Los 8 escalones del millón fotografió a la tortuga y escribió con las emociones a flor de piel la reacción que latió en su alma: “Me partió el corazón. Con tres tajos del otro lado del caparazón. Para mí, hechos por alguna hélice de embarcación”.
