Hace ocho meses, mientras participaba en un homenaje a Diego Maradona, Adriana Aguirre sufrió un gravísimo accidente arriba del escenario del teatro La Campana, en Mar del Plata, una caída que la obligó a ponerle un punto final a su carrera de 45 años como vedette.
De un momento a otro, el mundo se derrumbó para Aguirre, que en las últimas horas contó detalles truculentos del espantoso episodio del que todavía se recupera en su casa y que dejará serias secuelas en su cuerpo y su salud física y psicológica.
“El accidente fue horrible; había un agujero en el escenario, un tablón desprendido que hizo que caiga con los glúteos de lleno a peso muerto. Tuvieron que operarme en el Sanatorio la Providencia y tuve que pagar todo yo”, relató la vedette a Juan Etchegoyen, en Mitre Live.
Según detalló la artista, en la sala de cirugía le extrajeron “coágulos laminares” y sangrado. "Todo está filmado", dijo, y fue precisa al explicar lo que padeció en la caída: “Se me dio vuelta la pierna en la caída y se produjo un líquido inflamatorio en la zona”.
Pero las consecuencias de este accidente que podría haberse evitado van más allá de lo físico, ya que Adriana aseguró que hay momentos en los que no puede evitar verlo todo color negro. “Estoy muy deprimida de a ratos, tengo un gran prejuicio emocional”, señaló, y dijo que arrancó con terapia.
Además, Adriana comentó angustiada que hasta ahora ya pasó por el consultorio de siete traumatólogos, y que el médico le adelantó que las piernas no le van a quedar iguales. “Tengo la rodilla izquierda más grande que la derecha”, indicó, consciente de que la vida le puso un freno de manera drástica.
“Este accidente me truncó la carrera como vedette. El daño moral que me hizo todo esto es terrible. Me han quedado problemas estéticos graves. No hay forma de arreglarlo. No se puede solucionar. La recuperación de la pierna me va a llevar varios meses”, continuó.
Por otra parte, la artista se quejó del destrato que tuvo de parte de los responsables del evento que le puso punto final a su trayectoria y del que se salvó de milagro. “Los problemas de salud son graves después de este accidente. Nadie me llamó para saber cómo estaba”.
"El daño moral que me hizo todo esto es terrible. Me han quedado problemas estéticos graves. No hay forma de arreglarlo".
“Lamentablemente, voy a hacerles un juicio laboral”, advirtió, antes de lamentarse de su panorama y expresar que siente “tristeza y abandono”. “Nadie quisiera que pase ni un segundo en esta situación. No voy a poder hacer más mi carrera artística como vedette”, cerró, compungida, al despedirse de la nota.
