En la edición del primero de octubre de PH, Podemos Hablar, la modelo Pía Slapka estuvo entre los invitados del ciclo de Telefe y fue en uno de los habituales tópicos que propone el conductor del programa que terminó compartiendo un conmovedor relato en cuanto a su niñez.
“Tengo el recuerdo fresco de que desde que tenía cuatro años había una situación hostil entre mis papás. Un día nos comunicaron que se iban a separar. Sin embargo, eso no sucedió y luego tuvieron un hijo más, Iván”, comenzó la conductora de El Nueve trayendo al presente los maltratos que había entre su mamá y su papá.
En ese contexto, Pía revivió la etapa de su infancia cuando iba a la escuela de jornada completa, sin comida, y cuando llegaba a su casa tampoco había alimentos. Asimismo, la rubia destacó que gracias al modelaje encontró una salida económica y la ayudó en una etapa de su vida en al que debió suplir el rol de adulto siendo una niña.
“Los cuestioné mucho a mis papás por no haber prestado atención a algo tan básico en la crianza de un hijo. Con el tiempo aprendí a perdonarlos y a entender que hicieron lo que pudieron, con los recursos que tenían”, lanzó al tiempo que remarcó: “Son huellas que quedan. Sé que esas cicatrices están. Soy consciente de que tengo heridas que siempre van a estar. Siempre que hay heridas, una cicatriz queda”.
”Terminé criando a mi hermanito. Es como un hijo, pero traté de correrme de ese lugar porque él tenía a su mamá”, sumó la hermosa modelo quien crío, ayudó y cuidó a Iván porque se lo llevó a vivir con ella en la casa que había conformado con su expareja.
"Son huellas que quedan, cicatrices que están, heridas que siempre van a estar. Me hice cargo de mi familia de muy joven", recordó la modelo.
“No quería llorar, son heridas que uno cree que las tiene sanadas pero evidentemente no, pero bueno sí, me hice cargo de parte de mi familia de muy joven. Lo hice en muchos aspectos, no solamente económico sino que también emocionalmente, crié a mi hermanito Iván, lo siento como mi hijo. No fue un juego para mí, desde muy chica fui muy responsable porque necesitaba la plata”, cerró Slapka.
