En Estados Unidos se les llama "withe people problems" y acá se los podría traducir como "problemas de gente rica": para Pampita y para Wanda Nara las preocupaciones no son llegar a fin de mes, buscar los fideos más baratos, arreglar un desperfecto hogareño para ahorrarse el electricista, el plomero o el gasista o coser los pantalones para que duren un poco más. No, para ellas los inconvenientes son otros.
Por estas horas se dio un caso claro y concreto. De golpe y porrazo, y al menos por un puñado de días, la modelo y la ex vedette se volvieron vecinas de barrio privado. El "fondo" de la residencia de Pampita da al parque de la mansión de Wanda. Las separa un lago, pero las orillas de sus despampanantes viviendas prácticamente coinciden. Con una buena vista o ayudadas por un catalejo se puede observar a un lado y al otro del curso de agua. Lo que para cualquier hijo de vecino sería una bendición, para ellas parece ser un garronazo.
Las dos organizaron fiestas familiares al mismo tiempo. Si, de manera simultánea. Pampita celebró el bautismo de su hija Ana, y Wanda el cumpleaños de su hijo Constantino. En las dos hubo mucha gente, algunos famosos y, claro está, el interés de la prensa por lograr una foto, una imagen, un testimonio o un dato desconocido y fuerte de lo que pasó allí.
"Cuando Pampita se enteró que Wanda tenía la intención de cruzarse a su fiesta, largó los doberman y les dijo "acá no entra nadie"".
En Intrusos, precisamente, debatieron acerca de los dos eventos. Y con la tónica entre "bromista", graciosa y jodona que adquirió el programa desde que cambió la conducción de Jorge Rial por la de Adrián Pallares y Rodrigo Lussich analizaron lo que para las dos mujeres más mediáticas y queridas del país fue un verdadero drama. Así, Pallares aseguró sin dudar que "yo hubiera ido a la de Wanda, era mucho más interesante, a tirarme al lago desde los inflables y hacer mucho ruido para molestar a Pampita".
Lussich, en cambio, hubiera optado por la de Pampita. "Pero claaaaro... Ir ahí, todo de blanco, con un sombrero Panamá, con una pashmina de colores, a vibrar y a sentir las altas ondas de todos, que el mundo está en cuadratura, a rodearme de ese aroma de ricos de cuna". Después, cuando analizaron los looks, coincidieron en que "Zaira estaba más para la de Pampita que para la de Wanda". Incluso, Pallares dijo "Me parece que tenía ganas de agarrar el bote y cruzar para el otro lado".
Fue entonces que Paula Galloni, panelista invitada en lugar de Virginia Gallardo y amiga personal de la modelo, contó que "parece que sí, que las dos querían pasarse porque están buscando un canje en Punta del Este y querían pegarse un poco a todo ese glamour". Esa frase hizo explotar a Pallares, quien contó su picante y cruda teoría: "Cuando supo que Wanda y Zaira podían ir, Pampita soltó los perros, largo los Doberman y les dijo "acá no entra nadie, acá no se acerca nadie eh".
